Mitos y verdades sobre la pediculosis

Aunque no son una amenaza para la vida, ni signo de falta de higiene, ni producen la diseminación de ninguna enfermedad, los piojos causan malestar y tensiones cuando alguien de la familia los padece.


La solución está al alcance de las familias, como indica la Asociación de Lucha contra la Pediculosis: "Como el  piojo sólo puede vivir 48 horas sin comer, los lunes no hay ningún piojo vivo en la escuela. Por lo tanto, los piojos son llevados a las escuelas por aquellos niños infestados a quienes sus padres no les hicieron el tratamiento durante el fin de semana".Los piojos fueron, sin duda, actores principales de la Historia: Fueron la tercera de las siete plagas de Egipto. Un flagelo para la corte francesa y sus pelucas en la Edad Media. Polizontes de los viajes de descubrimiento y conquista de América. Enemigos de todos los ejércitos en la Primera Guerra Mundial (dicen que una víctima de la fiebre de las trincheras, provocada por estos insectos, fue el joven oficial J. R. R. Tolkien, quien casi no vive para contarlo).


¿Cuándo podrán los seres humanos deshacerse de los piojos? Aparentemente, nunca. Sucede que estos insectos sólo pueden alimentarse de sangre humana y esto los ha forzado a resistir a lo lago de los siglos, adaptando su biología al cambiante metabolismo humano.Aparentemente, los humanos no lograremos desprendernos de los piojos tan fácilmente. Mientras tanto, las claves radican en educar para la prevención y en ser perseverantes con el tratamiento.

 

Un insecto resistente

 

El piojo humano (pediuculus capitis) es color gris claro y mide entre 2 y 4 milímetros. Su hábitat es el cuero cabelludo y se alimenta cuatro veces por día de sangre humana. Vive entre 30 y 40 días pero fuera de la cabeza humana no resiste más de 48 horas. La hembra puede colocar cerca de 200 huevos o liendres, fijándolos al cabello con una sustancia cementante, a no más de 5 milímetros del cuero cabelludo. Al cabo de 8 días las liendres se transforman en un piojo adulto.

Hoy la pediculosis es una epidemia que afecta especialmente a los niños de entre 3 y 13 años en todo el mundo. El contagio no depende de los hábitos higiénicos, del sexo, ni del largo del pelo; y tampoco existe ningún medicamento eficaz para evitar su contagio. Sólo puede acudirse a la prevención, cuyas principales formas son la higiene diaria y el control familiar, como indica la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP):El contagio se realiza en forma directa de cabeza a cabeza, o de manera indirecta a través de peines, cepillos, gorros, ropas, sábanas, areneros y colchonetas.

  • No usar gorros, peines o cepillos de personas con pediculosis.
  • Introducir los peines o cepillos con piojos o liendres en agua caliente durante 10 minutos.
  • Lavar con agua caliente las sábanas y toallas, y plancharlas (la temperatura alta ayuda a eliminar las liendres).
  • Evitar el uso de areneros.
  • Usar gorra de baño en piletas de natación.

En caso de contagio, el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires detalla los pasos que hay que seguir:  "Lavamos la cabeza. Luego aplicamos el producto pediculicida y lo dejamos actuar durante las horas que indique el prospecto, o seguimos las indicaciones del médico, farmacéutico, docente o asistente social capacitado en el control de la afección. Lavamos nuevamente la cabeza. A continuación, pasamos el peine fino mojado en vinagre tibio (el vinagre afloja las liendres y el peine las arrastra y desprende del cabello). Mientras dura el tratamiento, cambiamos diariamente la ropa de cama y toallas, ya que si alguna liendre o algún piojo quedaron en las telas puede volver a contagiarnos. También mantengamos las uñas cortas para no lesionarnos con el rascado. Para garantizar la total eliminación del parásito, repitamos el tratamiento ocho días después".

 

Cuando hay piojos en la escuela

 

Los piojos pueden ser causantes de  la ausencia escolar. Esto puede convertirse en un gran inconveniente para los padres que llevan a sus hijos a la guardería o el jardín durante sus horas de trabajo. Al respecto, la Academia Americana de Pediatría (EE.UU.) opina: "Ya que un niño con pediculosis activa probablemente tenga una infestación de un mes de evolución o más al momento del diagnóstico, conlleva poco riesgo para otros y debe permanecer en clase pero ser desalentado del contacto directo de su cabeza con la de los demás. Los padres deben ser notificados solicitándose la realización del tratamiento. Se debe utilizar el sentido común para decidir cuán contagioso puede ser un niño o no".

 

 

 

Nota supervisada por el Equipo Médico de Mamashelp.

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