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Niños peatones:

El cuidado de los niños en la calle

El cuidado de los niños en la calle

La subcomisión de la Sociedad Argentina de Pediatría publicó recientemente las recomendaciones a seguir con respecto a los niños peatones. Consejos y advertencias que todo padre debe seguir.

El cuidado de los niños en la calle

Según la institución, los niños pueden asimilar las normas básicas de conducta peatonal entre los siete y los nueve años. Por supuesto, esto es paulatino ya que aún a esa edad, les cuesta identificar rápidamente la izquierda de la derecha, como así también la mayoría de los carteles con simbología. Además, sostiene la SAP “no son capaces de prestar atención a los múltiples estímulos del tránsito: cruzar por las líneas demarcadas, mirar el semáforo como corresponde, calcular la velocidad, escuchar e interpretar los ruidos del tránsito, y calcular con qué velocidad cruzar la calle”.

Esto solo se logra con el acompañamiento del adulto que no solo tiene la tarea de protección sino también la de educar a los menores en prevención y en conducta vial. Una vez más, el ejemplo es fundamental.

La SAP considera que los niños son peatones en riesgo porque son más vulnerables a los choques y por tener limitaciones físicas y psicológicas. Todo menor de 4 años debe ir de la mano del adulto, por más que la calle parezca segura o vacía.

Principales recomendaciones de la SAP:

  • Atención: una sola persona puede proteger eficientemente a dos niños pequeños, sin embargo el llevar un bebé en brazos disminuye la posibilidad de vigilancia y contención de otros eventuales acompañantes que no tengan noción de peligro.
  • Cuando no se pueda caminar por la vereda por reparaciones, obras en construcción y vehículos mal estacionados, no debe bajarse a la calle para evitar el desvío, sino que hay que retroceder hasta la esquina y cruzar por la senda peatonal para continuar el recorrido desde la vereda opuesta.
  • Con respecto a la salida de vehículos, la mayoría de los edificios y playas de estacionamiento tienen señales luminosas y sonoras. Mientras que los garajes particulares no, es por ello que hay que estar especialmente atento a estos casos.
  • El cruce de las calles debe hacerse por las sendas peatonales marcadas en el pavimento respetando las indicaciones de los semáforos.
  • El cruce de calles con bebés en brazos, en cochecitos, y otro niño tomado de la mano, exige la concentración de un adulto y aptitud física para una eventual emergencia.
  • Nunca bajar el cochecito a la calle a la espera de un semáforo verde.
  • El uso de auriculares para caminar o correr disminuye la percepción de cualquier señal sonora y contribuye a la desconcentración. Su uso debe limitarse a parques, plazas o clubes.

Fuente consultada: Sociedad Argentina de Pediatría

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