El tratamiento odontológico de los niños debe comenzar en el estado de salud y no de enfermedad. Si el niño concurre por primera vez al consultorio enfrentando una situación traumática, esa experiencia quedará registrada y formará parte de una de las causas más comunes del miedo al dentista
La primera visita al odontólogo debe ser placentera. Generalmente, en forma de juego, se da una breve explicación acerca del instrumental. También se puede hacer un examen clínico y radiográfico. Y se completa con la limpieza de las superficies y el tratamiento de flúor.
Toda consulta precoz de un niño al odontólogo es utilizada como recurso para motivarlo ya que en forma de juego el pequeño comienza a conocer el consultorio y a habituarse a todo lo nuevo que significa para él (a los aparatos, al instrumental odontológico, etc.). No obstante, en caso de alguna urgencia, como dolor o infección, se realiza el tratamiento correspondiente en esta primera instancia.
¿Cuándo debe realizarse la primera consulta odontológica?
La primera revisación dental debe realizarse durante el primer año de vida, cuando empiezan a aparecer los primeros dientes. Las visitas al odontopediatra deben realizarse en forma semestral.
¿Qué problemas pueden evitarse?
Manteniendo la dentición temporaria (dientes primarios o de leche) en estado de salud, se pueden prevenir y evitar problemas de mala oclusión (dientes torcidos y mal bicados) en los dientes permanentes o definitivos.
¿Qué tratamientos preventivos pueden efectuarse?
Los tratamientos preventivos que pueden realizarse a los niños son los siguientes:
- Limpieza y pulido de las superficies y topicación con flúor: el flúor realizado por el odontólogo repara y endurece el esmalte dental, produce un aumento notable de la resistencia de los dientes a la caries y disminuye la adherencia de las bacterias mejorando la salud de dientes y encías.
- Selladores de fosas y fisuras: reducen la incidencia de caries en más del 60%. Básicamente este tratamiento consiste en la colocación de una resina especial sobre las caras oclusares (masticantes) de las piezas dentales posteriores. Con este ¨plastificado¨de surcos y fosas se evita la penetración de bacterias dentro de éstos y, por consiguiente, la caries.
- Enseñanza de técnicas de higiene bucal: con esto se logra disminuir las colonias de bacterias que se depositan sobre las piezas dentales y que causan caries y enfermedades de las encías.
¿Cuándo aparecen los dientes del bebé?
Alrededor de los seis meses de vida aparecen los primeros dientes (incisivos centrales inferiores) y, aproximadamente, un mes después, los incisivos centrales superiores. Durante los siguientes18 a 22 meses van apareciendo los demás dientes hasta que, a los 24 a 30 meses, se completan las 20 piezas temporarias o de leche. La higiene bucal debe comenzarse antes que se complete la dentición primaria, dado que la caries puede ya estar instalada en ese momento.
¿Qué cuidados son recomendables para lograr una boca sana en el bebé?
Dado que la salud bucal de la madre influye en la del bebé, resulta conveniente que las embarazadas y todas aquellas mujeres que planifiquen ser mamás se sometan a una revisación dental. Durante el embarazo es aconsejable que restrinjan la ingesta de golosinas con azúcar o almidón y que incorporen calcio en cantidad adecuada. Los gérmenes presentes en la boca de la mamá se transmiten al bebé a través de la saliva.
Hasta los 6 meses de vida las encías del bebé deben limpiarse diariamente. Se encuentra especialmente contraindicado acostar al bebé con el biberón; la mamadera nocturna suele ser la causa más frecuente de caries en niños pequeños.
A partir de la salida del primer diente, se debe proceder al cepillado diario después de cada comida o como mínimo dos veces al día (después del desayuno y antes de irse a dormir). Si bien la salud de los dientes puede reforzarse usando dentífricos y enjuagues con flúor, no se aconseja el uso de pasta dental en niños menores de dos años. Recién a partir de esa edad y hasta los seis años deben utilizar productos especiales para niños.
A partir de los 18 meses de vida conviene limitar la cantidad de veces por día que el niño ingiere golosinas. Cuando aprende a escupir se puede comenzar a utilizar una pequeña porción de pasta dental.
¿Qué importancia tiene la dieta en la salud bucal de los niños?
La salud bucal también es reflejo de las comidas que se ingieren. Los azúcares de la dieta están directamente relacionados con la caries. Disminuyendo su cantidad se puede lograr una disminución del índice de caries. Es importante destacar que no sólo las golosinas tienen azúcar. El consumo excesivo de frutas, jugos y yogures también favorece la aparición de caries. Una dieta balanceada, que incluya alimentos de los cuatro grupos principales, contribuye al desarrollo de dientes sanos.
¿Qué técnicas de cepillado de dientes se les pueden enseñar a los niños?
Una correcta higiene requiere del cepillado de todas las caras de los dientes (adelante, atrás y las superficies de corte y trituración de los alimentos). El cepillo debe cambiarse aproximadamente cada tres meses (o cuando se encuentra deteriorado), dado que sólo en buenas condiciones podrá cumplir su función.
Cuando el niño es pequeño los padres deben ayudarlo con el cepillado. La tarea de cepillar los dientes recae en mamá y papá hasta que, aproximadamente alrededor de los 5 ó 6 años, la motricidad fina del niño se encuentra lo suficientemente desarrollada como para cepillarse los dientes en forma sencilla y correcta. No obstante, conviene que los papás continúen ayudando al niño un tiempo más en la higiene nocturna, la cual requiere especial atención (la disminución del flujo salival y de los movimientos bucales durante el sueño estimula el crecimiento de la placa bacteriana que queda sobre los dientes si estos no se cepillan o si se cepillan de manera incorrecta).
Consejos para padres durante la visita al consultorio con su hijo
Desde hace ya mucho tiempo quedó demostrado que los niños aceptan mejor los tratamientos sin la presencia de los adultos en el consultorio.
- Se recomienda a los padres aguardar en la sala de espera y entrar al consultorio cuando el asistente los llame.
- Si son llamados al consultorio, los padres deben tratar de no participar del diálogo entre el profesional y el niño. Su rol debe ser el de acompañantes pasivos.
- Es importante que los padres conversen con el niño durante algunos días antes de la consulta tratando de motivarlo.
- Los padres no deben alterarse si el niño llora. Llorar es una reacción normal ante el miedo. Toda explicación cuidadosa y comprensiva contribuirá a disminuir la angustia.
- Si el niño recibe anestesia local, los padres deben observar que no muerda su lengua o labios.
Dr. Sergio Kohen Doctor en Odontología
M. N . 15 .911