Embarazo

Infertilidad y esterilidad

Buscando el embarazo: infertilidad y esterilidad

Para quienes son padres, sus hijos son lo más importante en la vida. Para los que no tienen niños, conseguirlos puede ser un objetivo en la vida. Los hombres y mujeres con problemas de infertilidad que buscan un embarazo pueden pasar de dos a cuatro años de tratamiento.

Encontrar la solución para lograr el embarazo

Los últimos avances científicos están consiguiendo embarazar a mujeres que antes no hubieran logrado un embarazo. Lo que para unos, hoy felices padres, es casi ciencia ficción; para los especialistas consiste sólo en identificar el problema y buscar la solución más adecuada.

Cuando una pareja lleva casi seis meses teniendo relaciones sexuales con frecuencia y no consigue un embarazo, debe consultar a su médico.

Lo normal entonces es hacer un estudio: analizar el semen del varón y elaborar una historia clínica de la mujer. Se comprueba también la permeabilidad de las trompas del Falopio mediante una radiografía. En el 80 por ciento de los casos, esto es suficiente para detectar el problema que causa la incapacidad de producir un embarazo.

Inseminación artificial

La más sencilla de todas es la inseminación artificial. Es un procedimiento de baja eficacia y costo moderado. Pero no debe administrarse jamás, de rutina, sin una indicación precisa. Para llevarlo a cabo son necesarias dos cosas: que las trompas de la mujer sean permeables y que el semen del candidato a padre no esté muy alterado.

Entonces se hace una estimulación ovárica, es decir, se induce a la mujer a que ovule dándole hormonas. Pueden tomarse sustancias químicas de efecto estimulante hormonal por vía oral, pero las inyectadas dan mejor resultado.

Durante unos diez días, del 3 al 13 del ciclo, más o menos, debe inyectarse. Por ecografía hay que vigilar la evolución de los folículos. Cuando llega el momento de la ovulación, se le pide al hombre una muestra de semen. Se separan en el laboratorio los mejores espermatozoides y mediante una cánula, se introducen por el cuello del útero para lograr el embarazo.

Fecundación in vitro

La fecundación in Vitro (FIV) es parecida, pero mucho más compleja. Hay que hacer a la mujer una estimulación ovárica similar a la anterior, con diferentes hormonas, que se controla por ecografía y análisis de sangre. Pero en este caso es preciso sacar afuera los óvulos. Luego en el laboratorio se extraen los ovocitos de cada folículo y se preparan. Por otro lado, hay que contar con espermatozoides también “puestos a punto”. Se deja todo y se deja que los espermatozoides vayan nadando y fecunden el óvulo.

Se deja 48 horas y se comprueba si hay un embrión o varios de cuatro células. Lo siguiente es implantar el o los embriones en la cavidad uterina.

Las inseminaciones artificiales logran un 14 por ciento de éxitos (embarazo) por cada ciclo. La FIV alcanza un 35 por ciento de gestaciones pon intento.

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