Niño

Ser ordenados:

¿Por qué es tan difícil?

¿Por qué es tan difícil?

Una de las tareas más agotadoras para los padres es lograr que sus niños sean ordenados con sus juguetes y  ropa. Aquel niño sereno que adoraban sus padres se ha convertido en una persona inquieta y difícil de detener.

¿Por qué es tan difícil?

Ordenar no es una tarea gratificante. Por eso es importante inculcarles el hábito de poner en su lugar sus pertenencias para que de esta manera  su habitación o la sala de juegos no se convierta en un alboroto. En un principio, los padres pueden ayudarlos a buscar y guardar los juguetes, y poco a poco lograrán que los niños lo hagan por sí mismos.

Por otro lado, es bueno demostrarle a los niños que, como miembro de la familia, cada uno tiene una serie de tareas para cumplir y que todos deben que poner orden en sus cuartos. El orden no es un capricho sino una necesidad para la convivencia de la familia. Generalmente los niños rechazan la tarea de ordenar debido a que representa el final del juego.

 

Algunos consejos para ayudarlos a ser ordenados:

  • Dar explicaciones por lo cual deben ordenar: tratar de dar motivos por los cuales queremos la habitación ordenada.
  • Poner la estantería a su altura: para enseñarles a ordenar, deben tener las cosas a su altura para que puedan colaborar y guardar las cosas sin inconvenientes y sin necesitar ayuda.
  • Ordenar lo juguetes: poner cajones que estén a su alcance para que ellos los puedan ordenar. También recordarles siempre que es mejor tener todo guardado; así, después, cuando quieran jugar sepan donde está sus juguetes

Actiudes que se deben evitar:

  • Ser inconstantes: no se debe pedir al niño que ordene y al día siguiente hacerlo solo los padres, porque el niño sabrá que esa tarea no es de él sino que compartida.
  • Intercambiar premios: No se debe remunerar al pequeño por cada tarea que realice. De esta manera, él solo realizará la actividad cuando reciba a cambio algo que quiera.
  • Muchas veces es tedioso repetir siempre las mismas peticiones pero, al comprobar que de esta manera será más fácil encontrar sus juguetes, los niños emprenderán la tarea por sí mismos.

Los retos y las amenazas no sirven de nada a la hora de enseñar a ser ordenados. La idea es que los niños incorporen el orden a su vida, que entiendan que todos los integrantes de la casa deben colaborar. En vez de imponer el orden, es mejor sugerirlo y enseñarlo con el ejemplo.

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