En una sociedad en donde el clima de inseguridad y violencia atemoriza a cualquier persona, es lógico que las madres se preocupen si sus hijos juegan en la calle.
Esta sensación de encierro no fue siempre vivida de la misma manera,vale recordar un fragmento de la novela de Albert Camus, El primer hombre, en que el autor relata sus andanzas de niño por las calles de un pequeño pueblo en Francia, comenzaban temprano en la mañana y no concluían hasta llegada la noche:
"Se olvidaban hasta de la hora, corriendo de la playa al mar, secándose en la arena el agua salada que los dejaba viscosos (...) Por lo general era Pierre el primero en dar la señal y en seguida venía la desbandada, la despedida apresurada. Jacques con Joseph y Jean corrían ya hacia sus casas sin preocuparse de los demás. Galopaban hasta perder el aliento.""
Los niños estaban apurados en llegar a sus casas antes de que oscurezca, sino se toparían con el castigo de sus madres. Lamentablemente esos callejones que recorría el pequeño Camus, no son los que los hijos caminan hoy en día. La diferencia es que antes las mamás se volvían locas sólo por que sus hijos vuelvan a la hora de comer y hoy no permiten que salgan de sus casas sin compañía de un adulto.
En Estados Unidos, el gobierno lanzó una campaña publicitaria, para concientizar a las madres, que alienta a los niños a que jueguen, al menos una hora por día, al aire libre. En América del Norte la publicidad trataba de concientizar sobre la obesidad, problema que los acosa hace tiempo. Aquí afortunadamente no se vive tan a flor de piel el asunto, pero sería una buena idea usar la experiencia de otros para evitarlo. El spot televisivo era protagonizado por los personajes de Shrek, quienes les mostraban a los niños las ventajas de jugar fuera de casa. El slogan es “Be a player. Get up and play an hour a day.”
Tratemos de alentar a nuestros hijos a que salgan a jugar, que abran las puertas del cuarto que encierra la computadora y sientan el calor del sol. No hay que permitir que se transformen en lo que Estados Unidos llaman “Couch potato ” (es decir, papa de sofá). Para ilustrar la importancia de recrearse fuera de casa y evitar el sedentarismo les compartimos los resultados de un estudio sobre obesidad realizado por la Universidad de Toronto, que reveló que los niños que ven televisión mientras comen asimilan 228 calorías más que los que no la ven al momento de comer.
Algunos consejos
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Es importante delimitar las horas en las que tu hijo pueda ver la tele o jugar en la computadora. Es una buena idea permitirle que lo haga, por ejemplo, una hora por día.
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Tambien puedes aprovechar para decirle a tu hijo que si quiere jugar a la computadora o ver tele más tiempo debe hacer algo a cambio, como ordenar su cuarto o levantar la mesa, y así sumarle un tiempo extra a esa hora diaria. De esta manera aprende a esforzarse por lo que quiere.
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No olvides que si vas a prohibirle la actividad que lo entretiene la mayor parte de su tiempo, debes presentarle otras opciones para que se divierta. Pueden salir a andar en bicicleta, hacerlo socio del club de tu barrio o salir a pasear en familia
Aunque la inseguridad es un problema, no dejes que se convierta en un impedimento. Hay que tomar los recaudos necesarios y salir a respirar aire fresco.
Nota elaborada por Lourdes Risau