Al igual que durante el embarazo, en la etapa de lactancia la mujer tal vez necesite tomar un medicamento y no sabe si le hará daño al bebé. La revista Mamando (Septiembre del ‘99), editada por FUNDALAM, aporta consejos del Dr. Carlos Beccar Varela, médico pediatra, especialista en lactancia materna.
En primer lugar, Beccar Varela recomienda consultar con el ginecólogo o pediatra, porque ellos tienen listas de los fármacos en donde se establece si el fármaco tiene o no tiene riesgos para el bebé.
Los medicamentos poseen un nombre comercial (que suele ser de fantasía) y un nombre químico que figura en la etiqueta donde dice: "composición química". Cuando la madre consulta al médico, debe dar el nombre químico porque así aparece en el listado.
Si el médico autoriza a tomar el medicamento hay que tener presentes las reglas de seguridad para que el fármaco no dañe al bebé:
- Usar drogas de acción corta.
- Tomar la dosis mínima que produzca el efecto deseado.
- Tomar el medicamento cuando termina una mamada del bebé.
Algo que puede parecer obvio, pero no está de más, es evitar la automedicación. Y también las recomendaciones de otras mamás que, sin mala intención, sugieren tal o cual remedio para una afección por la que ellas también pasaron. Siempre, aunque sea por un simple dolor de cabeza, hay que consultar al médico antes de tomar cualquier medicamento. El es quien científicamente indicará los pasos a seguir. Esta debe ser una regla en la vida de la mamá que amamanta, ya que la mayor parte de los remedios pasan a través de la leche en pequeñas cantidades. Por eso, el no a la automedicación es fundamental para mantener la salud del bebé y continuar la lactancia sin inconvenientes.