Los recién nacidos no suele tener problemas para quedarse dormidos y por lo general duermen mucho y sólo se despiertan para comer o cuando necesitan que se les cambie el pañal. Todavía no distinguen la noche del día por lo que van a dividir sus horas de sueño en las 24 horas y en períodos de diferentes duraciones. Es normal en los bebés recién nacidos que lleven una rutina de sueño impredecible.
Un recién nacido come cada 2 a 6 horas y se los debe alimentar acorde a su demanda. Es una etapa en la que los padres se encuentran exhaustos, ya que no sería raro que no duerman en toda la noche.
A medida que crecen, lo bebés comienza a aprender las diferencias entre el día y la noche (alrededor de los cuatro meses de edad). Las personas tienden a creer que es el momento en que los niños comienzan a dormir toda la noche. Lo cierto es que ese escenario es muy poco probable. Los bebés necesitan la ayuda de sus padres para que les enseñen a dormir la noche entera.
Recuerda, son bebés. Los recién nacidos duermen mucho, pero no necesariamente de noche. Generalmente se espera a que el bebé tenga de 4 a 6 meses de edad para enseñarle a dormir toda la noche. Es cuando dejan de alimentarse de noche (a menos que el pediatra sugiera lo contrario).
Hay que mantener una rutina
Una rutina para dormir ayuda mucho a los bebés en su aprendizaje. Significa hacer un mismo procedimiento todas las noches antes de acostar al bebé en su cuna. Algunos, por ejemplo, lo bañan, después le leen un cuento y por último lo acuestan en su cuna. Otros le cantan la misma canción de cuna todas las noches. No importa cómo es la rutina para dormir, sólo importa que sea confortante, cariñosa y relajante.
Apaga la televisión
Mirar televisión juntos no funciona para la rutina. El objetivo de la rutina es que los niños se relajen para dormir. La televisión suele ser ruidosa y estimulante, incluso puede ser violenta y asustarlos. Además, aunque el niño se encuentre al lado de sus padres mientras miran televisión no es lo mismo que tenerlos con una atención directa como sucede con un baño o leyéndoles un cuento.
El peluche
Puede ser importante para el niño a la hora de dormir. Puede ayudar a la separación que sienten los bebés cuando sus padres se retiran de la habitación.
Aprende a leer las señales de tu bebé
A medida que pasa el tiempo, los padres comienzan a reconocer las señales de su hijo cuando tiene hambre o sueño. El bostezo es el símbolo más evidente, pero no el único: algunos se rascan la oreja o se frotan los ojos cuando están cansados.
Acostarlo antes de que se duerma
Es importante que acuestes al bebé cuando esté cansado, pero no dormido. Si lo meces hasta que se duerma le va a costar más volverse a dormir cuando se despierta sólo en la noche. De la otra manera, el bebé aprende a dormirse sólo. Es una habilidad muy importante que tu hijo va a usar toda su vida.
Planeando
Es necesario que planees que vas a hacer si el bebé llora cuando te estás retirando de su habitación: ¿Vas a volver a verlo cada 10 minutos? ¿Los vas a dejar llorar? Pensarlo previamente ayuda a estar más preparada.
Paciencia
Aunque los problemas para dormirlo parezcan imposibles de solucionar, no es así, pero requiere paciencia y consistencia. Ser constante es importante porque ayuda al niño a saber qué esperar. No es justo hacer una cosa un día, como mecerlo en brazos, y otra totalmente distinta al día siguiente, como acostarlo en su cuna despierto e irte del cuarto. Las rutinas calman a los niños, las hacen sentir cómodos y seguros. La paciencia es necesaria para que los padres esperen con calma mientras sus hijos aprenden cosas nuevas.
Los bebés también son personas
Ciertas situaciones pueden afectar al patrón de sueño del bebé, como un divorcio, un nuevo hermanito o niñera, presenciar violencia, experimentar abusos, etc. Si el niño solía dormir bien y de repente empieza a tener problemas puede resultar útil pensar en qué ha estado pasando últimamente en su vida. Algo puede haber sucedido que le causa estrés o preocupación, incluso puede ser un cambio de su crecimiento, como la dentición o que empezó a caminar.
No pierdas la esperanza
Recuerda que el niño va a aprender a dormir sólo eventualmente. Se necesita tiempo, consistencia y paciencia. Si te ves obligada a recurrir a ayuda adicional con temas de sueño habla con tu pediatra de confianza y consúltale sobre algún psicólogo especialista en comportamiento que te pueda brindar un plan de horas de sueños para vos y tu familia.