A mis padres:
Para todos soy un prematuro porque nací antes de tiempo. Prematuro, como si fuera algo malo… Muchos me miran con aprehensión,
otros con pena y compasión
y algunos hasta con curiosidad.
Pero yo quisiera decirles
a ustedes, mis padres, que por favor me miren como a un hijo.
No teman hacerlo.
Nacer antes de tiempo no es culpa
de nadie, y para querer y ser querido
no se necesita ser grande.
Es cierto que me falta ser más maduro,
y hasta entonces necesito de los demás,
especialmente de mis médicos
y enfermeras. Pero a ustedes,
mis padres, puedo verlos y sentirlos.
Necesito mucho de vuestro cariño,
como estoy seguro
ustedes también del mío.
¿Por qué no pensar que somos
afortunados por poder vernos antes? Es bueno nacer ya grande
Pero, si igual estamos juntos
No es malo pesar poco y ser prematuro
Ustedes son tal cual los imaginaba.
Yo diría que quizás aún mejor,
y cuando me miran y sonríen
me están diciendo….
que lo mismo piensan de mí.
A veces, los veo apenados
por no poder abrazarme y alzarme,
sin embargo por mi pequeño tamaño
una caricia de ustedes me colma de amor.
Desde mi incubadora veo a todos inmensos,
imponentes en sus uniformes.
Pero cuando llegan ustedes
sólo veo vuestros ojos,
y cuando me miran
me siento igual que antes
cuando no había nacido.
Porque me siento protegido,
Y por sobre todas las cosas: querido. No dejen de mirarme;
yo mas que los veo, los siento,
y así estamos como antes,
como siempre…juntos.
Queridos padres: soy vuestro hijo,
el mismo que ustedes concibieron;
quizás no el que ustedes imaginaron
cuando primero me vieron.
Pero yo les doy una nueva oportunidad
Todas las oportunidades
y tiempo que necesiten
para reponerse del susto,
para asumir los problemas que he provocado
y para reorganizar nuestra casa,
porque yo los quiero
y sé que USTEDES a MÍ.
Ac. Dr. A. Miguel Larguía
Presidente de Funlarguía