“Si bien lo primero que queremos cuando nos toca una situación así es llegar pronto a casa, porque lo esperamos mucho, es inevitable sentir miedo, que algo pase y no tener a quién recurrir de una manera inmediata, dado que ya no están las enfermeras ni los médicos en tu casa, me sentía tan vulnerable….. a mí y a mi familia nos costó volver a tomar el control de la situación. De noche no dormía por miedo a no escucharla, a que se pasara la hora de su comida, cada 3 horas sonaba el despertador, miedo a que se ahogara con las sábanas de la cuna o simplemente que no respirara.”
“La primera vez que lo sacamos de casa para una consulta externa casi llevamos a Swat para que desaloje el lugar! Teníamos terror de que se agarre algún bicho raro!”
“... el doctor nos dio permiso para no preocuparnos tan obsesivamente por cumplir con todo!!! Además de lo fóbicos que andábamos por el tema de los contagios, de los virus, de las bacterias, de todo... Limpiábamos todo con lavandina, todo lo que usaba Santiago se esterilizaba, el agua se recontra hervía, su ropita lavada a mano e impecablemente planchada, cada vez que tocábamos a Santi era previo lavado de manos con jabón antiséptico ... Y ni hablar de recibir gente, no entraba nadie, sólo los abuelos y tíos, y una vez por semana. Así estuvimos hasta tres meses después del alta y luego, de a poco, comenzamos a sacar a Santiago al mundo exterior.
“Mi hijo, que tenía cuatro años en ese momento, se convirtió en “el nurse”, alcanzando pañales y óleos y ayudando en todo lo que podía. En cierta forma sentí que quizás las chicas podrían haber venido antes, pero claro que quizás las cosas no hubieran sido iguales. Quizás todo funcionó tan maravillosamente bien porque el momento del alta fue el adecuado”.
Cuando pasa el tiempo
“...muchos comentarios me ayudan a saber que no soy la única que siento algunas cosas.....creo que ya pasó lo peor porque mi hija ya está en casa..... pero estoy en la etapa de la herida que no cierra ...... y sigo asustada.”
“En fin, los prematuros requieren tención especial. Conocemos padres que no le han dado importancia a los consejos médicos y se encuentran a los seis años con serios problemas, que es la etapa del crecimiento.”
"Nosotros fuimos padres de gemelas de 26 semanas de gestación, el 1º de marzo comenzaron 1° grado, son unas hermosas nenas y muy sensibles. Aún les cuesta crear vínculos con otras personas, de hecho la adaptación con ellas en la escuela fue más larga que la de sus compañeros. No estamos seguros si es una característica de bebés prematuros o de mamás temerosas."