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El sueño del bebé prematuro

El sueño del bebé prematuro

La mamá, y toda la familia, tiene que aprender a respetar el ritmo del bebé y a percibir cuándo está listo para mantenerse en estado de alerta o cuándo prefiere dormir. Es muy importante establecer una diferenciación entre el día y la noche. Es conveniente disminuir la luz y el ruido ambiente por la noche para facilitar la organización del ciclo sueño-vigilia.

El sueño del bebé prematuro

La organización del sueño- vigilia ayuda al bebé a:

  • ganar peso
  • estructurar, mantener y facilitar cambios de conciencia, evitando picos de extenuación y agitación.

Características del sueño según edad

Durante los primeros días de vida, los bebés nacidos a término duermen mucho lo que, es completamente normal. Como decían las abuelas, durante el sueño los bebés crecen y fundamentalmente crece su sistema nervioso. Pero en el caso de los prematuros es algo diferente, generalmente tienen alteraciones en el ritmo del sueño.

A partir de las 40 semanas de edad gestacional se advierte un ligero  predominio de sueño durante la noche, con varias siestas durante el día. Después del 3º o 4º mes el bebé se mantiene más tiempo despierto durante el día y tiene más comunicación con sus papás y parientes. Muchos bebés se despiertan durante la noche debido a cólicos o dolores de  panza, característicos en los primeros meses de vida, que no representan  ninguna patología.

Los bebés amantados se despiertan más frecuentemente que los que toman biberón. ¡No significa que la leche de la mamá alimente menos! Los bebés pasan por una etapa normal y transitoria denominada “angustia del octavo mes”. Los bebes experimentan ansiedades, miedos, que son normales y que son superados con el sostén afectivo. Un juguete o cualquier otro objeto  (una mantita, una almohada) puede acompañar al bebé y ayuda a mitigar las ansiedades infantiles.

 ¿Cómo ayudar para que el niño se quede dormido?

Luego de darle de mamar, acostar al bebé semidormido para que aprenda a dormirse solo. La Sociedad Argentina de Pediatría recomienda que los niños deben dormir de costado o boca arriba para prevenir la muerte súbita. Cabe recordar que la muerte súbita ocurre en 1 de cada 1.000 niños menores de 1 año de edad.

El niño debe aprender rápidamente a dormir solo, acompañado por un juguete. La habitación debe estar en calma, ventilada y con temperatura agradable; la televisión y los juegos de video deben estar fuera de la habitación.

Con los nenes más grandes es recomendable organizar, antes de acostarse, un período de calma 30 a 40 minutos y mantener rutinas fijas: beber un vaso de leche, cepillarse los dientes y orinar. No discutir o pelear con el niño antes de dormir porque las preocupaciones pueden perturbar el sueño. Evitar dar bebidas colas y chocolate durante la cena. Por la noche no administrar gotas nasales ni medicamentos que contengan estimulantes salvo específica indicación médica.

Los papás pueden acompañar y preparar a los niños para ingresar al mágico “mundo de los sueños” leyendo cuentos antes de dormir. En los niños nacidos prematuros los trastornos del sueño son muy frecuentes. A veces los problemas se agrandan por la angustia familiar o por algunos factores externos (programas de TV, cuentos de terror, violencia familiar, ruidos intensos)
 

En todo momento, los papás deben trasmitirle al niño seguridad y calma. Una actitud firme y definida, acompañada de ternura, genera tranquilidad en los niños llenos de temores e inseguridades. Si le cuesta quedarse solo, acunar el moisés o darle plácidas palmaditas a un ritmo suave y constante. Si el llanto persiste, tomarlo a “upa” hasta que se tranquilice y colocarlo nuevamente en su moisés. Si es más grande, enseñarle a relajarse y masajearlo. Un niño que ha dormido lo suficiente, se despierta solo, bien dispuesto y alegre. No es conveniente despertarlo bruscamente.

Siesta: ¿Sí o No?

 

La necesidad de la siesta existe en todas las edades, es una necesidad natural. En los niños muy pequeños puede durar entre una y tres horas. Entre los 2 y 3 años ya no requieren de la siesta espontánea de la tarde. En los niños más grandes se traduce en una necesidad de calma y de reposo durante 20 a 30 minutos

Mientras está despierto

Es recomendable que, el bebé cuando está despierto, esté acostado boca abajo sobre una base plana y estable, por ejemplo: una cálida manta puesta en el suelo. La posición de estar acostado boca abajo (o barriga para abajo) es cómoda y segura para el bebé; le permite observar el entorno y “experimentar” el mundo que lo rodea. Además esta posición le permite desarrollar y fortalecer los músculos de la cabeza, cuello, brazos, de la espalda y abdomen porque:

  • se apoya progresivamente sobre sus brazos y manos. 
  • mira hacia delante, buscando sus juguetes.
  • rueda desde la espalda hacia el abdomen, ejercita la musculatura de espalda y abdomen
  • mejora la habilidad manual.
 

Desde esta posición aprenderá a mantenerse sentado, a incorporarse y luego iniciará la marcha. Al estar despierto, en alerta, estará más conectado para una interacción adecuada y positiva. El bebé disfrutará compartir con su familia. Los juegos, mientras el niñito está despierto, deben ser tranquilos y agradables.

Le atraen los rostros humanos de frente y le gusta que le hablen con voz pausada mientras lo miran. Le interesarán los juguetes de colores brillantes. Si el bebé llora o está molesto, la mamá puede alzarlo y sostenerlo sobre su hombro o en su falda boca abajo, palmeándolo suavemente en la espalda hasta que se calme. No es conveniente que el bebé “mire” televisión, aunque parezca que se entretiene.

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