Se desconoce lo que precisamente causa el cáncer de mama, sin embargo, existen ciertos factores que predisponen a la mujer a tener este tipo de cáncer. Aquellas mujeres con antecedentes familiares de la enfermedad en vínculos de primer grado (madre, hermana, hija) tienen un riesgo de 2 a 4 veces mayor que la población en general. Para ellas, sería aconsejable empezar con los controles, diez años antes que la edad en la cual fue detectado en ese familiar.
Aunque existe una predisposición al cáncer, el 75% de las casi 18.000 mujeres que son diagnosticadas cada año con esta enfermedad no tenían ningún factor conocido de riesgo ni presentaban síntomas específicos. Es por eso que son importantes los exámenes regulares. El control periódico para su detección precoz se convierte en la única manera de tratarlo a tiempo y aumentar así las chances de su curación. La tasa de sobrevida a 5 años luego de un diagnóstico y tratamiento temprano es del 96%.
Toda mujer debe practicarse un autoexamen mamario una vez al mes, idealmente una semana después de menstruar o, en mujeres menopáusicas, el mismo día de cada mes. El autoexamen mamario es muy fácil de realizar y, además, es de fundamental ayuda en la detección precoz de las patologías mamarias. Por eso es tan importante que te controles vos misma periódicamente.
Parate frente al espejo o sino mientras estas recostada con los músculos relajados, o incluso en la ducha, palpá con la yema de los dedos y compará tus mamas buscando cambios en su contorno y bultos . Presioná suave pero firmemente.
Si tenes dudas o notás que hay algo fuera de lo común, no te asustes y consultalo con tu médico de confianza. Toda anormalidad debe ser examinada por profesionales lo antes posible. Tenes que estar atenta a cualquier cambio; nódulos en la mama, cambios en la coloración o textura de la piel, ganglios axilares duros o persistentes, cambios en el contorno de la mama, hundimiento de la piel, descamación del pezón, enrojecimiento, entre otros.
Las recomendaciones de la OMS y del Consenso Argentino Intersociedades, indican que a partir de los 40 años, hay que realizar una mamografía por año. Si la mujer tiene antecedentes familiares de cáncer de mama, debe hacérsela diez años antes de la edad en al que a su familiar le diagnosticaron el cáncer. Sin embargo, es el médico quien debe indicarte, de acuerdo a tus historia clínica y a tu edad con qué frecuencia tenes que hacertela.
"La mujer no debe tener miedo, sino conciencia del cáncer de mama, porque se trata de una enfermedad curable en un gran porcentaje, o de mejoramiento grande de sobrevida, si se encuentra un diagnóstico temprano", aclaró el doctor Levy, jefe de servicio del Hospital Rivadavia, en una entrevista para La Nación.