El miedo al pediatra es muy común en los chicos. Se debe a que empiezan a ser conscientes de lo que significa ir al médico por no sentirse bien o asociarlo -incorrectamente- a no estar bien. Además, se dan cuenta de qeu son dueños de su propio cuerpo y no les gusta que el pediatra los revise.
Para sacarle el miedo al médico, hay que trabajar mucho. Lo primero es encontrar momentos para escucharlo y dialogar con él.
¿Por dónde empezar y qué decirle?
Es importante que sienta que lo comprendés y que te ponés en su lugar. Para minimizar la ansiedad es bueno explicarle qué va a pasar durante la consulta, y si sabés, cómo va a proceder el pediatra.
Es necesario siempre decirle la verdad. Mentirles sólo generará más desconfianza y hará que tu hijo se cierre más. Por lo tanto, si lo van a someter a una intervención, es mejor transmitirle que es probable que le duela un poco, pero que sus padres van a estar cerca de él para ayudarlo y el médico, sólo le hará cosas que favorezcan a su salud.
Representar historias o contar cuentos con personajes que van al médico, jugar a la consulta etc, puede ayudarlos a evacuar ansiedades. Los juegos de roles son excelentes para que los chicos exterioricen sus miedos.
Organizar algún plan para después del médico. Una gratificación para después del trance, es una linda manera de terminar el proceso difícil para tu hijo. Por ejemplo, salir a tomar helado, o pasar por una librería o simplemente pasear un ratito es una buena ocasión para relajarse.
Siempre es conveniente avisarle al médico del miedo de tu hijo. Sugerirle que le cuente a tu hijo qué pasos va a seguir, que le explique con calma cómo lo va a revisar es importante para que el niño sepa qué puede esperar de la consulta.
No te olvides: Una vez que hayan salido de la visita, decile lo orgullosa que estás y lo bien que se portó.
Fuente consultada: Zero to three