El miedo a la oscuridad es muy común en los chicos y depende en gran medida, de la edad que tiene tu hijo. Alrededor de los dos años están en pleno desarrollo de la imaginación y no entienden aún la diferencia entre realidad y fantasía. Para ellos, todo puede pasar durante la noche: que se les aparezca el dragón de la película o el payaso que vio en el cumpleaños y esto les puede generar ansiedad o temor.
Otra tema que puede colaborar a infundir un miedo a la oscuridad es una separación, el nacimiento de un hermanito, un nuevo integrante en el hogar, como por ejemplo una niñera, o un cambio inesperado en su vida. Incluso lo que puede parecer un cambio mínimo en nuestras vidas puede transformarse en una alteración enorme en la de él.
También hay que tener en cuenta las características de cada niño. Hay algunos que son más miedosos y otros más tranquilos. Algunos que se sobre estimulan y en consecuencia están más alertas o son más ansiosos.
¿Qué podés hacer para ayudar a tu hijo?
- No lo ridiculices acerca de su miedo, ni trates de evitarlo. Esto puede provocar un aumento en la sensación y un distanciamiento del adulto por falta de comprensión.
- Tratá de controlar cualquier tipo de enojo o frustración que genere en vos el hecho de que no puedas controlar las emociones de tu niño. Solo generará más ansiedad en los dos.
- Podrías ayudarlo diciéndole que su peluche preferido puede convertirse en su protector y dárselo antes de ir a dormir.
- Dejalo que duerma con una luz prendida en su dormitrio o la del pasillo con la puerta abierta. O sino dejarle el interruptor de la lámpara cerca y que el elija cuando quiere apagarla.
- Si el duerme siempre en su cuarto y se levanta regularmente durante la noche, debés resistir la tentación de llevarlo a tu cuarto. Esto puede inducirlo a que él crea que en su cuarto realmente hay un monstruo, mientras que en el tuyo no. Lo que podés hacer es ir con él a su habitación y esperar a que se duerma.
La mayoría de los chicos superan este miedo en días o meses. La mejor estrategia es que seas paciente y lo sepas escuchar. ¡Va a pasar!
Fuente:
Zero to Three