Todos los accidentes se pueden evitar. Es por eso importante educar a nuestros hijos, para que adopten hábitos de autocuidado desde pequeños.
El agua es uno de los lugares más propensos a que ocurran accidentes. Éstos no sólo suceden en mares y lagos, sino también en los hogares, como por ejemplo, una pileta de lona en el fondo de la casa. Según las estadísticas internacionales publicadas por la Sociedad Argentina de Pediatría, los grupos de edades con mayor incidencia de accidentes en el agua son: los menores de cinco años y los adolescentes, entre 15 y 19.
Enseñarles a nadar a los chicos es fundamental. La edad recomendada, según la SAP, es alrededor de los cuatro años. Pero que un pequeño sepa nadar no quiere decir que no esté bajo la supervisión de un adulto. ¡Siempre hay que tener cuidado y no dejarlos solos!
Consejos para evitar accidentes:
1- Supervisión adulta permanente:es muy importante que el adulto que los supervise sepa nadar y saber responder rápidamente a situaciones de peligro.
2- Enseñarle a los niños las reglas básicas de seguridad del agua. Por ejemplo: avisarle a un adulto antes de entrar, no correr, no empujar a los otros, no nadar durante tormentas, no jugar ni saltar cerca del borde y no bucear si no se lo permiten.
3- Enseñarle a los chicos a pedir ayuda en caso de que vean a alguien con dificultades en el agua. Bajo ningún punto deben entrar al agua e intentar ayudar, pero pueden buscar a alguien o arrojar un elemento flotante.
4- Antes de comenzar a jugar en el agua, un adulto debe probar la temperatura, sobretodo en los lagos del sur. Si está muy fría no es recomendable para los pequeños, ya que el frío puede causar problemas de respiración o calambres y dificultan los movimientos.
5- Tener cuidado con los adolescentes. Están en una edad en que no quieren escuchar, por eso hay que asegurarse que desde chicos conozcan los cuidados principales. Por ejemplo: no deben tirarse de clavado en una pileta si no saben la profundidad que tiene, no tiene que intentar rescatar a alguien si no están entrenados para ello, deben respetar los límites puestos por las autoridades en los lagos y mares y nunca deben tomar alcohol antes de nadar.
6- Medidas de precaución en las piletas: Ésta debe estar totalmente cercada. Según la SAP, la altura recomendada es de 1.50 mts. La manija para entrar debe estar a una altura que no pueda ser alcanzada por los niños. Hay que mantener los bordes de la pileta sin objetos vistosos ya que éstos llaman la atención de los chicos y los invitan a buscarlos. Finalmente, el agua de las piletas debe estar siempre limpia y clara.
El agua puede ser una fuente de gran diversión y placer, especialmente durante las épocas de calor, pero hay que tener cuidado y ser consientes del peligro potencial. ¡Si prestamos atención y nos cuidamos podemos disfrutar del agua en el verano sin ningún problema!
Fuente consultada para la elaboración de este artículo: Sociedad Argentina de Pediatría