Es allí que comenzamos en pareja a despejar las opciones posibles, que en la mayoría de los casos se resumen en: jardín Maternal, abuelas o contratar una baby sitter. Por razones diferentes, muchas parejas deciden la búsqueda de una baby sitter para que cuide a su pequeño: evitar contagios en el jardín, sugerencia pediátrica, no sacar al bebé de su hogar frente a avenencias climáticas, abuelas con dificultades para realizar esta tarea, entre otras.
Sabemos que la búsqueda no es sencilla. Por ello existen hoy en día lugares especializados en brindar este servicio, y de esta manera que no se torne un imposible dar con la persona que nos genere confianza en la responsabilidad que implica estar al cuidado de nuestro pequeño.
En líneas generales estos espacios proponen un proceso de selección a cargo de profesionales especializados tanto en educación como en la selección de personal, Psicólogos con especialización en Crianza y/ o Niños, armado del legajo de cada postulante: entrega de fotocopia de DNI, libreta sanitaria o certificado de aptitud médica, certificación de antecedentes laborales, chequeo de referencias.
Una vez concluida la selección, tiene lugar la presentación entre baby- sitter y la familia que solicita el servicio, para evaluar satisfacción del resultado de la búsqueda y acordar detalles del inicio del servicio.
Pero si esta tarea estará en manos de los padres, es importante tener en cuenta algunos datos objetivos:
- Si tiene experiencia comprobable con bebés y niños
- Chequeo de Referencias
- Si tiene o no título o certificado de estudio que la avale
- Nociones de primeros Auxilios
- Apto Psico- Físico
Como así también otras variables no objetivas pero fundamentales para que la mamá y el papá puedan irse de casa tranquilos:
- Evaluar recursos para resolver situaciones de emergencias
- Sentido común y toma de decisiones
- Conocimientos y prevención de accidentes
- Afinidad cultural con los padres
- Grado de afinidad en el contacto con los niños
- Sensaciones y sentimientos a la hora de imaginar a la postulante con nuestro hijo y en nuestra dinámica familiar
Será agradable la sensación de “encuentro” que sentirán al dar con la persona adecuada para el cuidado del pequeño. A partir de allí tendrá lugar un tiempo de adaptación: para los padres de incluir una nueva persona a la dinámica familiar y ganar confianza, de la baby sitter por incluirse en una casa ajena con sus ritmos y costumbres y para los pequeños vincularse con otro adulto, tomarlo como referente y construir un lazo afectivo emocional que crecerá día a día.
Si todo funciona bien, los padres podrán recuperar sus actividades, logrando delegar en otro adulto parte de los compromisos que un niño requiere, para disponer de su tiempo de otra manera y encontrarse en familia con satisfacción.
Si querés saber más acerca de este tema, podés contactarte con la Lic. Marisa Russomando, a los datos que están aquí abajo.
Lic Marisa Russomando
Psicóloga especialista en Maternidad y Crianza
Directora de La cigüeña
www.marisarussomando.com.ar