Para muchas mujeres se trata de una necesidad económica, sin la libertad de decidir si retomarlo o no; para otras representa una búsqueda de la identidad perdida, una salida del mundo de pañales. Esa identidad es el producto de nuestro recorrido social: trabajo, profesión, estudio, amistades, etc, que en la relación misma nos devuelve información acerca de quiénes somos y qué hacemos. Con la llegada del bebé se precipita la pérdida de los lugares de identificación.
En otros tiempos, esto también sucedía pero en un ritmo diferente; las mamás de esta época mantienen sus actividades hasta el mismo día del parto, siendo luego el detenimiento muy abrupto, por lo que dificulta la elaboración de esta etapa de su vida. Es en ese momento donde se hace difícil RECONOCERSE A SÍ MISMA.
Volver a trabajar requiere de una nueva organización familiar. Si la preparación es con anticipación, teniendo en cuenta cómo adaptar la rutina, quiénes serán los referentes que se quedarán con el bebé en tu ausencia, cómo resolver el tema de la leche materna, cuáles son para la mamá y el papá las prioridades en esta nueva etapa, etc, el período de transición será más sencillo para todos.
Es probable que ante esta decisión experimentes sentimientos e ideas contradictorias e incluso, que la decisión que tomes sea diferente a lo que considerabas lo mejor, antes del nacimiento. Tal vez sientas culpa por necesitar o desear retomar tu trabajo. Es importante que sepas que para el bebé será más positivo que vos estés contenta y satisfecha con lo que hagas.
Para que la transición sea efectiva, podés ir preparando al bebé incluyendo en su rutina al adulto que cuidará de él, un tiempo antes del inicio de tu trabajo; también es importante establecer con tu pareja acuerdos en relación a cómo se organizarían si esa persona faltara o si el bebé requiriera de la presencia de alguno de ustedes, y cómo se alternarán para asistir al bebé por las noches, para evitar desde el comienzo una sobre exigencia acerca de la difícil combinación entre el trabajo y el cuidado del bebé.
Esta integración no está muy facilitada en nuestra sociedad: de las recientes mamás se espera que rindan de igual manera, que restablezcan su contacto con el mundo exterior activo rápidamente, casi se trata de "hacer como si nada hubiera pasado".
Para este período crítico puede resultar facilitador buscar nuevos referentes entre los pares, descubrirás así que no estás sola, que los temores y las preocupaciones son similares y que el intercambio en sí mismo enriquece, es esto justamente la esencia de estar...
Lic Marisa Russomando
Psicóloga especialista en Maternidad y Crianza
Directora de La Cigüeña
www.marisarussomando.com.ar