Festejar el cumpleaños
La propensión a que no se festeje el cumpleaños a los más pequeños del grupo familiar se mantiene en torno al 15% entre 2007 y 2009, alcanzando un 16,9% en 2009.
La probabilidad de que un niño/a no festeje su cumpleaños en los primeros años de vida es mayor en el interior urbano que en el Gran Buenos Aires, entre los niños más que entre las niñas, en los hogares monoparentales más que en los biparentales y a medida que desciende el estrato socioeconómico.
Un niño/a en el 25% más pobre registra 11,5 veces más chance de no haber festejado su cumpleaños que otro par en el 25% más alto. La brecha asciende a casi 16 veces cuando se compara el 10% más bajo y el 10% más alto.
Cuentos, narraciones e historias orales
La recepción de historias orales y el contacto del niño/a con los libros representan un estímulo importante para la adquisición del lenguaje, el desarrollo de la imaginación y las capacidades de lectoescritura.
La proporción de los niños y niñas menores de 5 años a los que no se les suele contar cuentos y/o narrar historias se ha incrementado en el período interanual 2008-2009 en 6,5 puntos porcentuales.
En 2009, 4 de cada 10 niños y niñas menores de 5 años no solían ser receptores de historias orales.
El déficit en la propensión a ser receptores de historias orales se incrementó en los estratos bajo y medio, mientras que se mantuvo en el muy bajo y disminuyó en el medio alto. La desigualdad social en la probabilidad de un niño/a de ser estimulado a través de relatos e historias orales es regresiva para los niños y niñas más pobres. En 2009, el 53,4% de los niños y las niñas en el 25% más pobre no era receptor de cuentos, ni de relatos e historias.
En general, es de destacar que los niños son menos receptores de cuentos e historias orales que las niñas, así como los niños y las niñas en los hogares monoparentales que en los biparentales.
Fuente: Newsletter del observatorio de la Maternidad n°39
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