En el primer trimestre del embarazo
Los primeros trastornos digestivos que se le presentan a muchas embarazadas -especialmente en el primer trimestre - son las famosas náuseas, que muchas veces pueden provocar vómitos recurrentes. Lo importante es no llegar a una mala nutrición por este tema. Por eso si es tu caso, tené en cuenta estas estrategias para aliviar los síntomas:
- Debés ingerir alimentos en pequeñas cantidades pero en forma más frecuente. En general, cada dos o tres horas deberías consumir un pequeño bocado.
- Tené en cuenta que los alimentos sólidos o espesos reducen esa fea sensación, más que los líquidos.
- En este sentido, las comidas frías o a temperatura ambiente se toleran mejor que las calientes.
En el segundo trimestre del embarazo
Cuando avance el embarazo, se pueden sumar la constipación y la sensación de indigestión. Cada mujer es distinta, y puede tener síntomas diferentes e incluso no tener ninguno.
De todos modos estos signos son habituales, y responden a los cambios químicos de la gestación y al progresivo aumento del tamaño del útero.
La constipación, sobre todo, debe ser evitada, porque sino puede predisponer a la aparición de las tan odiadas hemorroides. Será tu médico obstetra quien indicará la dieta adecuada.
Te brindamos algunos consejos para superar las molestias de esta etapa:
- Evitá consumir arroz blanco y productos en base a harinas blancas como los de panificación y repostería. Reemplazalos por cereales integrales y alimentos ricos en fibras como el arroz integral, las verduras, frutas y legumbres.
- Podés agregar una cucharada de salvado de trigo en las ensaladas, guisos, sopas y todas aquellas comidas que lo permitan.
- Aumentá la cantidad de líquido que tomás diariamente. Agua, jugos de verduras, de frutas, y agua caliente con unas gotas de limón, sin azúcar, también pueden ayudar a aliviar la constipación.
El tercer trimestre del embarazo
- Durante el último trimestre del embarazo, puede aparecer la acidez. Algunos tips para aliviar sus síntomas:
Algo muy importante es comer lentamente, sin apuro, y preferentemente porciones pequeñas repartidas durante todo el día.
- Masticar bien cada bocado, también ayuda a la digestión.
- No hablar mientras se come, ni beber bebidas gaseosas. También se aconseja no beber líquidos con la comida, sino antes o después.
- Consultar con el obstetra si autoriza tomar algún antiácido, si la acidez es muy intensa.
La importancia del ejercicio
Algunos ejercicios de yoga, y una buena relajación, te ayudarán a aliviar estas molestias digestivas. Podés realizarlos todos los días con un profesional especializado, pero recordá siempre hacerlo alejado del horario de las comidas.
Asesoró: Lic. Mariela Villar.
Directora de EMBARAZO ACTIVO®