Embarazo

Cómo enfrentar el dolor por la pérdida de un embarazo

Cómo enfrentar el dolor por la pérdida de un embarazo

Frente a situaciones difíciles como un embarazo perdido o un bebé que no llega, es importante una mano querida o bien un profesional que nos ayude a sobrellevar el trance.  La Lic. Marisa Russomando nos acompaña en un análisis sobre el momento que ninguna mujer quiere transitar.

Cómo enfrentar el dolor por la pérdida de un embarazo

De este momento  se espera: alegría, felicidad plena, sentimientos de incondicionalidad y de completud. Pero como toda etapa de la vida hay otra parte a la que hace años llamé “la parte no tan feliz” de la maternidad y paternidad.

Se trata de aquellas personas que viven en la búsqueda, la espera, el  embarazo o la llegada del bebé, alguna situación difícil: porque no llega, por algún diagnóstico complicado, por necesitar reposo prolongado y sus riesgos o la pérdida del embarazo.

Frente a esta última situación, más frecuente de lo esperado, se desatan distintas emociones y sentimientos, que en general cada miembro de la pareja vive diferente.

La primera gran sensación que se comparte es “no voy a poder salir de esto”, acompañado de signos de desgano generalizado y llanto inconsolable.  En los sucesivos  días luego del triste acontecimiento se suele convivir con enojo:

  • enojo con el médico que atendió durante el embarazo y/ o parto.
  • enojo con la institución que los recibió.
  • enojo con Dios.

Todos intentos de buscar un responsable, una explicación cuando desde lo médico a veces no la hay, o no alcanza.

Allí pueden devenir las culpas: “habrá sido porque yo…” con distintas opciones que pueden completar esta frase, desde cuestiones físicas, estilo levantar peso, subir escaleras; pasando por lo emocional: conexión/ alegría por el embarazo, atravesamiento de situaciones de stress; llegando a lo místico: castigos, destinos, entre otros. La búsqueda de una explicación, acompañada de la fórmula “por qué a mí?” se mete por todos los rincones que el razonamiento, las hipótesis y cualquier  paradigma puedan brindar.

Este es un  momento difícil que deberá devenir en aceptación de la situación para abrir las puertas al proceso de duelo.

Qué es el duelo?

El duelo es el proceso de elaboración en relación a una situación de pérdida, tanto de ausencia física de algún ser querido como de un proyecto, de una ilusión. Es un período de adaptación a la nueva situación, acomodación de los sentimientos de pérdida y construcción de la idea de lo que vendrá… Por supuesto que la modalidad de este proceso y el tiempo que demande  depende de cada persona, los recursos emocionales afectivos con los que cuenta. 

En líneas generales podemos decir que las etapas de este proceso son: 

  • Registro de la pérdida
  • Adaptación a la misma
  • Elaboración de la misma
  • Convivencia saludable con la marca que esta pérdida deja

Es necesario atravesar estas etapas para poder continuar con una vida emocional saludable. De no ser así puede dar lugar el desarrollo de un duelo patológico, entendiendo como tal al proceso que se manifiesta con síntomas físicos emocionales: fatiga, astenia, depresión, situación maníaca, aislamiento, entre otros.

Es sugerible asistir a la consulta con un  profesional:

Siempre que se considere que aparecen manifestaciones que llaman la atención, estilo: “parece como si no le afectara”, “lo elaboró demasiado rápido”, “ni lo/a nombra”, etc.  

  • En cada situación que se observe que la persona no está pudiendo continuar con su vida habitual
  • Cada vez que evaluemos que no la persona afectada no está pudiendo sola, que necesita ayuda
  • Cuando se requiere contención u orientación para acompañar a los niños
  • Frente a nuevos síntomas físicos y/ o emocionales afectivos

  ¿Cómo deben actuar las personas cercanas al que está de duelo?

Para ayudar a quien está atravesando un proceso de duelo, la idea sería poder ponerse a disposición de quien lo protagoniza, acompañándolo según sus propias necesidades y condiciones. Algunas personas necesitan conversar acerca de lo sucedido, otras no pueden hacerlo hasta que no haya avanzado en las etapas del duelo; hay quienes necesitan compañía permanente y quienes lo viven como un camino solitario. Es necesario respetar la singularidad de cada uno para poder acompañar y ayudar de verdad.

Cómo atravesar el duelo por la pérdida del embarazo?

En la pareja suelen distribuir sin planificación previa e influenciados por mandatos culturales, roles diferentes para el hombre y la mujer. Se supone que el hombre ocupa el lugar del fuerte de la pareja/ familia, sostenedor de su mujer y entonces no demuestra su afecto, su dolor.

Esto suele ser un esfuerzo enorme para el hombre, y en la mayoría de los casos con resultados poco exitosos. La mujer siente que él no la acompaña, que no le importa lo sucedido, que “está en otra”. Diferencias estructurales mediante, el género masculino suele tener rasgos más pragmáticos, negadores y calculadores que lo llevan a manifestar frases como: “ya pasó”, “miremos para adelante”, “demos vuelta la página”…generando distanciamiento con la mujer que también por rasgos estructurales necesita hablar de ello, tomarse su tiempo para transitar el dolor y no pensar en el día de mañana sin resolver el aquí y ahora.

Por ello es sugerible que cada uno exprese lo que siente, manifieste lo que necesita del otro y que se puede compartir el dolor, como así también se puede tener un proceso distinto y eso no significa indiferencia.

Mi experiencia en el consultorio recibiendo a muchas parejas atravesando esta situación y acompañándolos en la elaboración del duelo me lleva a transmitir con total seguridad: tranquilos, de ello se sale.

El espacio terapéutico en estas situaciones tiene como objetivos:

  •  Asegurarse de una correcta elaboración del duelo
  • Diagnosticar a tiempo y trabajar sobre un duelo patológico
  •  Acercar a las parejas a compartir el dolor para acercar diferencias y/o sensación de distancia
  • Acompañar en el inicio de un nuevo embarazo liberando temores y angustias
  • Despejar bien el espacio para que cuando llegue se encuentre con un ambiente saludable

Efectivamente se puede, se sale, se logra convivir con esa marca sin olvidar (ningún padre desea olvidar lo sucedido), pero acotando el espacio que ocupa para dar lugar a una vida saludable y disfrutable.

 

 

Lic Marisa Russomando

Psicóloga especialista en Maternidad y Crianza

Directora de La Cigüeña

www.marisarussomando.com.ar

cargando

cargando comentarios