La ansiedad es un sentimiento de miedo, desasosiego y preocupación. La fuente de estos síntomas no siempre se conoce. (Fuente: Medlineplus)
¿Se puede disminuir la ansiedad manejando las emociones?
Sí, porque los estados emocionales, desde el amor hasta la compasión y desde el miedo hasta el resentimiento y la rabia, pueden desencadenar reacciones que afectan a la química interna y, por otro lado, pueden optimizar o debilitar nuestro estado funcional.
Quiere decir que todas las emociones son buenas si son honestas y expresadas saludablemente. El gran problema es que pensamos tanto que las confundimos. Por ejemplo, creo llorar de tristeza y, en verdad, lloro de rabia; no estoy triste, sino enojado. También decimos: “Tengo rabia”, y en realidad es miedo.
Esto acarrea severas consecuencias en nuestra salud. Si se confunde una emoción, no se la puede expresar saludablemente y queda prisionera en tu interior. Si se reprime una emoción, también se retraen las funciones orgánicas, y a la larga produce enfermedades, estrés o malestar, ya que se trata de una parte intrínseca del funcionamiento de tu cuerpo.
Por eso, las emociones positivas como el entusiasmo, vivir con integridad, al servicio de los demás, y descubrir un propósito en la vida, ayudan a aumentar la capacidad del sistema inmunológico para luchar contra la enfermedad.
¿Y cómo interviene el control desde la mente?
Porque el sistema inmunitario reacciona a los mensajes del cerebro. Lo que llamamos “mente” es el resultado del funcionamiento del cerebro: los pensamientos, las creencias, las ideas, los sentimientos, las emociones y las esperanzas, que resultan de actividades eléctricas y químicas generadas en las células nerviosas del cerebro.
Por eso, si cambiamos nuestros pensamientos, podemos modificar nuestro cerebro. Y al hacerlo, influiremos también en nuestra biología. Vivir es transformarse, y en eso interviene mucho nuestra mente, porque es la que fija los objetivos de vida.
Terapias naturales
Además de las claves brindadas por Fundación Salud, otros especialistas recomiendan las terapias naturales, porque utilizan complementos que abastecen al organismo de la energía que necesita y sobre todo de las vitaminas y los minerales deficitarios. Esto le permite al cuerpo recuperar el equilibrio eliminando o reduciendo los síntomas de la ansiedad. Dos representantes más comunes de terapias alternativas son:
Fitoterapia
Es la ciencia que estudia la utilización de las plantas medicinales y sus derivados con finalidad terapéutica, ya sea para prevenir, para aliviar o para curar las enfermedades. Para calmar la ansiedad existen 25 especies de plantas que colaboran con este fin. Las más conocidas son el Tilo y la Valeriana. Se consumen en infusiones o gotas. Para saber más http://www.fitoterapia.net.
Oligoterapia
Es la utilización de ciertos minerales y metales en el tratamiento de diferentes problemas de salud. Estos oligoelementos intervienen en muy pequeñas cantidades en las funciones e intercambios biológicos necesarios al buen funcionamiento de nuestro organismo.
Hidroterapia
La hidroterapia es la utilización del agua como método sanador. Para combatir la ansiedad o el estrés, llenar la bañera con temperatura agradable con Aceite esencial de Melisa es súper reparador. ¡Ojo! Si estás embarazada, los baños en bañera pueden bajarte la presión con lo cual es mejor que consultes con tu médico las recomendaciones e indicaciones generales.
Relajación:
Es una de las formas más eficaces de luchar contra la ansiedad y el estrés. Existen varias disciplinas como el yoga, la meditación, Pilates, etc. Mientras, te aconsejamos un ejercicio que ayuda a liberar el diafragma, permite una mejor oxigenación facilitando la eliminación de las toxinas. Es ideal realizarlo antes de dormir cada noche.
- Cerrar los ojos
- Poner las dos manos sobre el vientre sin apoyarlas
- Inspirar suavemente sintiendo como el vientre se eleva contra las manos
- Relajarse espirando lentamente
- Repetirlo varias veces.
El estrés y la ansiedad son malestares típicos de la época en que vivimos. La velocidad en que uno necesita andar, ya sea para responder a los horarios de trabajo o de la familia en general suelen desencadenar situaciones de estrés y ansiedad. Es por eso necesario detenerse, tomar conciencia de las cosas y no angustiarse.
Te adjuntamos unos consejos finales para que puedas encontrarle una salida si este, no es tu mejor momento.
- Tratá de utilizar técnicas de relajación que ayuden a distenderte. Practicá yoga o meditación.
- Prestá atención a tu cuerpo. El cuerpo habla.
- Descansá lo suficiente. Ajustá tus horarios para poder tener una cantidad razonable de sueño.
- Date un tiempo solo para vos. Para hacer lo que te gusta. Buscá tu espacio personal.