Cuando hace calor el cuerpo reacciona de dos maneras para disipar la alta temperatura que genera: sudando (el calor se va por evaporación) y aumentando la circulación de la piel (nos avisa que debemos desabrigarnos, buscar lugares frescos, tomar agua, etc. Estas acciones no puede realizarlas el bebé, necesita de la ayuda de un adulto. Por eso, la Sociedad Argentina de Pediatría nos brinda las claves para estar atentas a las necesidades de nuestros hijos en estas vacaciones.