¿En qué consisten los ejercicios de Kegel?
En fortalecer los músculos de suelo pélvico que sostienen el útero, la vejiga y el intestino, para evitar alteraciones como la incontinencia urinaria o fecal. También son recomendados para un mejor disfrute de la actividad sexual.
Los especialistas sostienen que el músculo pubococcígeo o PC es “el principal músculo del suelo de la pelvis. Tiene una conexión nerviosa que alcanza el nervio pélvico, una ramificación que conecta el útero y la vejiga en la mujer. Si el músculo PC es fuerte, se convierte entonces en mayor transmisor de energía”.
Es decir, que realizar estos ejercicios es como simular orinar y luego contenerse. Pero hay que contraer los músculos adecuados.
¿Por qué son recomendables para el embarazo?
Porque:
- Evitan la incontinencia urinaria aumentada por el peso del bebé sobre tu vejiga durante el embarazo.
- Producen menos desgarros durante el parto y menos dolor.
- Aumentan la circulación sanguínea en la zona del recto, reduciendo la posibilidad de hemorroides.
- Impiden el prolapso (salida de sitio) del útero, vejiga y otros órganos de la zona, después de tener al bebé.
- Facilitan la actividad normal después del parto, como reírte, toser, estornudar o saltar sin inconvenientes.
- Incrementan el placer sexual al tonificar los músculos vaginales y facilita retomar una vida sexual normal después del parto.
¿Cómo se realizan?
La ejercitación lleva diez minutos y se recomiendan practicar como mínimo tres veces al día.
Consiste en los siguientes pasos:
1. Vaciar la vejiga y recostarse o sentarse en posición relajada.
2. Relajar los músculos del estómago y de la vagina.
3. Repasar mentalmente las paredes interiores de la vagina e intentar juntarlas contrayendo los músculos sin apretar el estómago ni los glúteos.
4. Contraer lentamente contando hasta diez.
5. Mantener los músculos contraídos con la vagina cerrada contando hasta veinte.
6. Relajar contando hasta diez y volver a empezar.