En la entrevista arroja datos interesantes que ameritan una reflexión. “A los 5 años, ocho de cada diez chicos latinoamericanos van a la escuela. A los 24 años, uno de cada diez jóvenes de la región no completó el nivel primario y la mitad no terminó la secundaria”.
En la misma explica por qué la educación tiene que ser parte de un proyecto nacional. Al respecto dice: “Es importante entender que un maestro no es alguien que imparte la clase, sino un responsable de la educación. Que los conocimientos que reciben los chicos tienen que ser parte de un "proyecto nacional" y que "no hay nada más costoso para una sociedad que un niño que no se educa bien".
Por otra parte, encuentra en la escuela estatal de calidad como uno de los únicos espacios públicos al que puede acceder una persona de escasos recursos. Estos colegios tienen que recibir a los niños de sus zonas y hacer una gran alianza con la comunidad, para que toda ella proteja los proteja. “Una sociedad sana es aquella en la que las personas no piensan tanto en sus propios hijos y empiezan a preocuparse por los hijos de los otros”.
“Un aspecto importante es que, mientras más pobre sea la zona, de mejor calidad tiene que ser la escuela, por una razón muy sencilla: los pobres no pueden reemplazar lo que la escuela no les da. Por ejemplo, tienen que tener más tiempo de clase, porque uno de los problemas de los niños en sectores populares es que tienen acceso a pocos espacios públicos. La escuela tiene que funcionar como uno, porque eso siempre disminuye la violencia. Otra cosa: la escuela tiene que proveer desayuno, almuerzo y merienda, porque el gran problema de la deserción escolar y la ausencia estudiantil es la comida y el transporte. Esos colegios tienen que recibir a los niños de sus zonas y hacer una gran alianza con la comunidad, para que toda ella proteja a esos niños. Una sociedad sana es aquella en la que las personas no piensan tanto en sus propios hijos y empiezan a preocuparse por los hijos de los otros”.
En la entrevista arroja datos interesantes que ameritan una reflexión. “A los 5 años, ocho de cada diez chicos latinoamericanos van a la escuela. A los 24 años, uno de cada diez jóvenes de la región no completó el nivel primario y la mitad no terminó la secundaria”.
Como ciudadanos y padres de familia es importante tener en claro, qué espacio le estamos dando al proyecto educativo de nuestros hijos. En ocasiones, postergamos la decisión restándole importancia. La infancia merece ser vivida con alegría y sin preocupaciones, pero eso no quita que los padres planifiquemos responsablemente y con una cultura de esfuerzo lo mejor que esté a nuestro alcance para proveerles las herramientas que lo van a acompañar para el resto de su vida.
Tal como fundamenta Toso, acerca de la noción del Estado social de derechos – en la cual creemos - “el Estado no tiene sentido en sí mismo, ni la sociedad tiene sentido en sí misma, a menos que juntos puedan hacer lo único que tiene sentido, que es hacer posibles los derechos humanos para todos”.
Fuente: Diario La Nación
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Bernardo Toro, es filósofo, matemático y físico. Está especializado en tecnología educativa, es consultor de Unicef, el BID y el Banco Mundial. También es asesor de la Fundación Avina