Los parásitos intestinales son microorganismos que se alojan dentro de los intestinos y se alimentan de los nutrientes que el niño ingiere. Son altamente contagiosos y se transmiten por contacto fecal oral, a través de las mascotas o en lugares de poca higiene. Los parásitos no pueden vivir fuera de su huésped y suelen ser sensibles a la desecación y a temperaturas superiores a 50°C, pero permanecen viables 3 meses en el suelo, protegidos del sol y resisten en el agua, a temperaturas bajas, alrededor de 2 meses.
Las parasitosis intestinales no provocan elevadas tasas de mortalidad, aunque sí causan un incremento en las tasas de diarreas crónicas, desnutrición y anemia, como así también lesiones en la piel y faneras. Esto contribuye al retraso en el crecimiento y mayor vulnerabilidad a otras enfermedades en el caso de los niños. (1)
La parasitosis es un indicador de las condiciones sanitarias y ecológicas del entorno de sus hospedadores. Se vinculan con la contaminación ambiental, las prácticas de defecación, los patrones de higiene y el hacinamiento. Es fundamental mantener buenas medidas de higiene tanto en el hogar y en el lugar de juego de los niños, como en los alimentos.
Ante la presencia de los síntomas característicos, consultar con el pediatra para que el profesional pueda realizar los análisis correspondientes y enfrentar el problema con un tratamiento adecuado. Además del tratamiento médico, que incluye la administración de un medicamento no solo al paciente sino también a todo el entorno familiar; dará consejos acerca del lavado de la ropa interior, las toallas y las sábanas para eliminar larvas o huevos que podrían haber quedado.
La OMS recomienda desparasitar dos veces al año a niños en edad escolar y preescolar. (2) Si alguno de tus hijos presenta los siguientes síntomas, no dudes en consultar a tu médico.
Síntomas frecuentes de parasitosis intestinal:
- Irritabilidad.
- Sueño intranquilo.
- Dolor abdominal.
- Diarreas.
- Bruxismo (apretar y rechinar nocturno de dientes).
- Rascado de nariz y/o cola.
Consejos para prevenir las parasitosis más frecuentes:
En el hogar
- Mantenga limpios los pisos y sanitarios de la casa, y ventile los ambientes.
- Ventile bien las habitaciones.
- Controle la existencia de vectores transmisores (mosquitos, moscas, etc.).
- Siempre que pueda exponga los juguetes de los niños y ropa al sol y/o plánchela.
- Desparasite frecuentemente a los animales domésticos que convivan con la familia.
Higiene personal
- Lave bien las manos con agua y jabón, especialmente antes de las comidas y luego de usar los sanitarios.
- Use las uñas cortas y cepilladas.
Alimentos:
- Cuando ingiera carne asegúrese que esté bien cocida.
- Ingiera solo agua potable o hervida.
- Lave bien las frutas y verduras antes de consumirlas.
- Apoye la lactancia materna.
En areneros y suelos de tierra:
- Evite estar descalzo especialmente en areneros y suelos de tierra.
- Trate de evitar que los niños jueguen en areneros o lugares con suelo de tierra.
- Controle la higiene del lugar donde juegan los niños.
(1)- Prevalencia y asociaciones enteroparasitarias en niños que concurren a consultorios pediátricos privados de la Ciudad de Bs. As. durante el año 2006. Dres. Pochat; Aprigliano; Mascardi; Lamy; Saredi.
(2)- http://www.who.int/wormcontrol/newsletter/PPC8_eng.pdf . 3- Weekly epidemiological record, nos 27/28. Pag 237, 2008.