A muchas personas les sucede que cuando el verano se acerca y comienzan a exponer su piel al sol, aparecen algunas manchas como pecas, manchas pigmentarias o lunares.
Te contamos a continuación cuáles son los distintos tipos de manchas para que sepas identificarlas y tratarlas como corresponde:
Pecas:
Las pecas son las pequeñas manchas pigmentarias color amarillo-rojizas que suelen aparecer en el cutis o en todo el cuerpo y generalmente se acentúan por los efectos del sol. Pueden tener un componente genético y no son peligrosas. Son más habituales en las personas pelirrojas, en las de pelo rubio y tez blanca. Por lo general aparecen en la adolescencia y se alivianan en los adultos, hasta desaparecer por completo en algunos casos.
Manchas pigmentarias:
Las manchas pigmentarias están dadas por un aumento de la melanina y suelen ser más grandes que las pecas, son claras y de forma irregular, pero en su gran mayoría están ocasionadas por una excesiva exposición al sol. También pueden aparecer en mujeres embarazadas o menopáusicas debido a los cambios hormonales por los que se atraviesan en ambas etapas. Suelen aparecer en rostro y pecho. La exposición al sol acelera su aparición.
Lunares (o nevos):
Los lunares son comunes en todas las personas. Suelen ser planos o de forma redondeada, simétricos, de bordes regulares y de un tamaño menor a 5-6mm. Algunos comienzan como una mancha y con los años toman relieve de color más claro y se ablandan. Pero por lo general aparecen en todas las personas. En ocasiones, pueden crecerles pelos. La causa más común de su aparición es la exposición al sol.
Nevos atípicos:
Los nevos atípicos predominan en las zonas más expuestas al sol pero pueden localizarse en cualquier parte de la piel. Pueden ser de diversos tamaños, de forma levemente asimétrica, de varios tonos de marrón o rosado y diferentes entre sí. Predominan en el pecho y en la espalda pero pueden ubicarse en cualquier parte de la piel y tienen mayor riesgo de transformación maligna. Habitualmente aparecen en personas con gran cantidad de nevos (más de 100) y en ocasiones los presentan varios miembros de la misma familia. La carga genética es un factor importante, pero también es de vital importancia protegerlos del sol para evitar así una posible transformación maligna.
Te acercamos a continuación una serie de tips para que controles tus manchas:
- Antes que nada, consultá a un dermatólogo para que analice tus manchas y te brinde un tratamiento adecuado.
- Observá tus lunares y manchas en forma periódica, con ayuda de espejos y de otra persona para asegurarte que no se modifiquen.
- No olvides de observar las palmas de las manos y plantas de los pies, la región genital, el cuero cabelludo, la boca, el interior del ombligo, las axilas, etc.
- Controlá los lunares y manchas de tu pareja y de tus hijos.
- Controlá la aparición de nuevos lunares o los cambios (forma, tamaño, colores, etc.) en los existentes.
- SIEMPRE protegé tu piel del sol con una crema protectora de un FPS adecuado para tu tipo de piel y tratá de ubicarte a la sombra o protegerte con sombreros de ala ancha y anteojos de sol. Evitá exponerte al sol de 10 a 16hs.
Y recordá que en lo que a cuidado de la piel se refiere, ¡la protección y prevención son lo más importante!
Fuente: dermaglos.com