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Cómo enseñarles a tolerar la frustración

Cómo enseñarles a tolerar la frustración

Tolerar la frustración permite enfrentar la vida con todos sus avatares sin renunciar a los objetivos. Por ello es tan importante para el logro de la satisfacción y de la felicidad. Es parte de la vida, no podemos evitarla, pero sí controlarla y es en la niñez cuando se aprende el mecanismo de tolerar la frustración.

Cómo enseñarles a tolerar la frustración

Se escucha a diario el objetivo de los padres de complacer a sus hijos. Y no es que no sea bueno brindarle a nuestro hijo lo mejor que podamos, el tema es la “complacencia generalizada y buscar complacerlo en “todo”.  Sin quererlo, esta conducta es un pésimo recurso de crianza, ya que lleva a los padres a evitar cualquier malestar de parte de los niños en términos de desilusión, de frustración sin establecer entonces normas y límites claros y consistentes.

 

Sabemos que la demanda de un niño es total, que buscan obtener lo que quieren y si existe una diferencia entre aquello demandado y/ o esperado y lo logrado, pueden reaccionar de maneras desmesuradas e inaceptables desde todo punto de vista, más aún de la mano de un niño. De allí la necesidad de aprender y construir la tolerancia a la frustración.

 

La frustración es el sentimiento que surge cuando no logramos nuestros deseos, cuando nuestras expectativas no se cumplen y nos generan sensaciones negativas frente a nosotros y al entorno mismo. Ante ello las reacciones más frecuentes son con angustia, con enojo, que variarán según el grado de frustración obtenido, las características de quien lo padece y la tolerancia que frente a ello se ha construido o aprendido a enfrentar. El problema entonces no es la frustración misma, sino la actitud ante ello.

 

Los niños no saben disimular sus sentimientos y emociones, y al descubrir la manera con que sus emociones les ayudan a obtener lo que desean lo repiten hasta encontrarse con algún tipo de límite. De no ser así, es posible que se instale una modalidad que será la base de sus reacciones futuras, y allí aparecen los ejemplos de adultos que no pueden jugar sin sufrir la derrota, que se castigan si no logran el éxito esperado, que se desilusionan y no pueden mantenerse en pie a pesar de los obstáculos, entre otras manifestaciones.

 

 

Entonces, ¿cómo ayudar a nuestros hijos a tolerar la frustración? Debemos enseñarles a:

 

  • Identificar cuando están ante esa situación inmediatamente
  • Solicitar ayuda si algo no están pudiendo exteriorizar
  • Valorar lo positivo de sus posibilidades
  • Tomar tiempo de reflexión ante una reacción impulsiva

 

Tolerar la frustración permite enfrentar la vida con todos sus avatares sin renunciar a nuestros propios objetivos. Por ello es tan importante para el logro de la satisfacción y de la felicidad. Es parte de la vida, no podemos evitarla, pero sí aprender a controlarla y es en la niñez cuando se aprende.

 

Si los adultos referentes en la vida del niño: sus padres y quienes cuidan de él, siempre cubren lo que necesitan y/ o piden, no construirá los recursos para afrontar tales situaciones, para tolerar la molestia que esto ocasiona, y esperar por sus objetivos.

 

Definitivamente los adultos tenemos la enorme responsabilidad de que los niños tengan la oportunidad de aprender un recurso tan importante para la vida.

 

 

 

Lic Marisa Russomando Psicóloga especialista en Maternidad y Crianza (MN 23189)

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