Es una de esas escenas que desorienta a los padres, los avergüenza y preocupa. Sin embargo es muy frecuente que en casas ajenas y ante algún objeto muy preciado, no resistan la tentación de esconderlo y llevárselo.
¿Por qué mi hijo se lleva cosas de otra casa?
Una de ellas tiene que ver con que las normas sociales están por construirse. Por ello, aunque hemos mencionado que es frecuente y que forma parte de una etapa normal del desarrollo, los adultos deben repudiar esta acción.
Efectivamente el filtro de lo que está bien y lo que no lo está, el resistir impulsos que van en contra de las buenas costumbres, tolerar la frustración de lo que no se puede, todo está por ser aprendido.
La manera de lograr este aprendizaje es a través del ejemplo en primer lugar y como consecuencia de un proceso que incluye señalar lo que está mal cada vez que se presenta la oportunidad, destacar las buenas acciones, y generar una consecuencia correctiva de aquello que ya sucedió.
Ya se lo llevó....¿ahora cómo lo devuelvo sin pasar vergüenza?
Ante un hecho consumado, es decir si el pequeño ya se llevó algún objeto de otro chico es necesario que los padres se tomen el tiempo para explicar por qué eso no está bien, ayudar a que el niño se ponga en el lugar del otro y aplicar una acción restitutiva. Esto es, por ejemplo pedir disculpas y devolver lo que se sustrajo.
Es muy importante que los padres se ocupen de este tema y no sean cómplices de lo sucedido para que se registre con claridad la posición de repudio en relación a la misma.
A veces sucede que los padres basados en subestimar lo sucedido o por vergüenza, no enfrentan la situación y pierden la oportunidad de que sus hijos aprendan las normas básicas de convivencia. Si esto se repitiera en forma compulsiva, es necesario acudir a un profesional de confianza que despeje qué es lo que está sucediendo y acompañe al niño a encontrar una posición más saludable.
Lic Marisa Russomando
Psicóloga especialista en Maternidad y Crianza
Directora de La Cigüeña