Nacer antes de tiempo
Por sexto año consecutivo, el Ministerio de Salud de la Nación y Unicef lanzan la Semana del Prematuro con el fin de concientizar a la población acerca de los desafíos que enfrentan los niños nacidos antes de tiempo y sus familias.
Según el Ministerio de Salud de la Nación, 8 de cada 100 bebitos nacen antes de la semana 37 de embarazo. El 80% de los nacimientos que se producen en forma prematura se dan de manera espontánea, sólo un pequeño porcentaje se debe a causas médicas que requieren adelantar la fecha del parto.
Si bien los médicos que siguen a la futura mamá, serán los que determinen lo mejor para la embarazada y su bebé, existe consenso en un set de medidas que reducen el riesgo de que un parto se desencadene antes de tiempo.
- Llevar una dieta saludable y equilibrada, con bajo contenido de grasas de origen animal y un alto contenido de ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 (presentes en el aceite de oliva y en los pescados de aguas profundas).
- No fumar y no consumir bebidas alcohólicas ni drogas durante la gestación.
- Comenzar el embarazo con un peso corporal dentro de parámetros saludables, y mantenerlo durante el embarazo
- Consumir suplementos de ácido fólico antes y durante el embarazo.
- Observar hábitos higiénicos (como el lavado de manos y de dientes) que permiten reducir el riesgo de infecciones.
- Tratar a tiempo las infecciones, en especial las vaginales y periodontales.
- Combatir el estrés, ya sea a través de la práctica de actividad física adecuada al embarazo o de terapias complementarias, como la meditación o el yoga.
- Evitar el trabajo físico de esfuerzo o que implica estar mucho tiempo de pie.
- Tratar de que haya un periodo mínimo de 18 meses entre un parto y el siguiente embarazo.
Aunque en ocasiones, es inevitable que el bebé nazca antes de lo necesario, la mayoría de las veces es posible prolongar el embarazo si se identifican a tiempo los factores que predisponen a un parto prematuro. Por eso, es muy importante el control médico periódico de la futura mamá.
Cuando el bebé llega antes de tiempo: Una hora sagrada entre la mamá y el bebé
La primera hora del recién nacido es llamada “la hora de oro”, ya que ninguna otra en la vida de una persona está tan cargada de drásticos cambios, grandes oportunidades e importantes desafíos. En pocos minutos el bebé debe adaptarse a la nueva vida, y en el caso de los niños prematuros o con muy bajo peso, el reto es mucho mayor ya que su organismo se encuentra menos preparado para enfrentar todos los cambios.
Afortunadamente, como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de las tres cuartas partes de los bebés prematuros pueden salvarse si reciben los cuidados adecuados. Algunos de ellos son sencillos, eficaces y sin costo, como es el caso de favorecer el contacto piel a piel (Copap) entre la madre y su hijo, que ha demostrado ser útil para revertir muchas de las dificultades que enfrentan los prematuros por su inmadurez, pero que al mismo tiempo ayuda a restablecer el vínculo madre-hijo que se ve amenazado durante las extensas internaciones que deben atravesar.
La técnica del contacto piel a piel (Copap) que hoy se promueve dentro de las Unidades de Cuidados Intensivos neonatales es sencilla y, fundamentalmente, busca reproducir una situación natural: el bebé es colocado sobre el pecho descubierto de su mamá o su papá, favoreciendo el contacto lo máximo posible. Para poder implementar el Conap es necesario que los profesionales estén de acuerdo en que el bebé se encuentra fisiológicamente estable como para salir de la incubadora sin riesgos.
Una hora es la duración recomendada para el contacto piel a piel, ya que ese es el tiempo necesario para que el bebé pueda estabilizar sus parámetros fisiológicos. De todos los beneficios que el Copap ha demostrado proveer al recién nacido antes de tiempo o con muy bajo peso, hay uno que no puede ser provisto por ningún tratamiento médico, y que es favorecer el desarrollo psico-emocional del bebé a partir de los distintos estímulos (táctiles, auditivos y propioceptivos) que recibe estando en contacto con su mamá.
“La madre es la incubadora perfecta, por lo que el contacto piel a piel ayuda a regular la temperatura de su hijo y estimula la producción de leche de la madre. Además, los bebés respiran mejor, tienen una frecuencia cardíaca más estable y tienen mejor protegido su sistema nervioso autónomo", afirmó Miguel Larguía, médico pediatra neonatólogo y Presidente de FunLarguía.
El contacto piel a piel con su mamá, ayuda al bebé a:
- estabilizar su respiración y su oxigenación,
- mantiene sus niveles de glucemia (azúcar en sangre) dentro de parámetros normales,
- estabiliza su presión arterial,
- reduce las hormonas del estrés como el cortisol (lo que permite al bebé calmarse con mayor facilidad y reduce el llanto),
- mejora el descanso y el sueño,
- evita la hipotermia
- y promueve el inicio precoz de la lactancia materna.
Los efectos de esta intervención van incluso más allá: un meta-análisis demuestra que entre los bebés que existe este contacto piel a piel durante su internación hay una menor frecuencia de infecciones intrahospitalarias y de enfermedades respiratorias bajas.
El Copap estimula la secreción de una hormona llamada oxitocina y apodada “hormona del apego”, pues aumenta los sentimientos maternales. Esto vale tanto para las madres como para los padres que participan del contacto piel a piel con sus hijos, entre los cuales un reciente estudio muestra que hay un aumento de la producción de oxitocina pero también una disminución del cortisol, lo que se traduce en un un menor estrés. Al mismo tiempo, el contacto piel a piel estimula, en el caso de las madres, la secreción de otra hormonas –la prolactina–, que incrementa la producción de leche materna, favoreciendo el inicio y el mantenimiento de la lactancia.
Abrazos de vida
Para acompañar los esfuerzos de las mamás que se encuentran en el proceso de internación de su recién nacido, Huggies Primeros 100 días, lanzó una campaña que se llama Abrazos de vida y que promueve el contacto piel con piel. La misma consta de la donación de una prenda que la madre utiliza siempre que alza al niño y lo recubre. Cuando el bebé vuelve a su cunita, la prenda es acomodada estratégicamente en su camita, dando la sensación de alargar el abrazo y permitiéndole al bebé sentir por más tiempo el olor de su mamá. Obviamente, la prenda no reemplaza el contacto necesario entre la mamá y su bebé, sino que acompaña al niño en su cuna.
Te invitamos a ver el video para que conozcas la experiencia de Amadeo y su mamá con los Abrazos de vida.