Amamantar siempre y en todo lugar

Mucho se ha hecho para concientizar a las madres sobre la importancia de la lactancia materna. Y no solo a nivel país, sino más bien a escala mundial. Las principales organizaciones de la salud como la OMS, UNICEF, OPS entre tantas otras, trabajan denodadamente para producir información sobre los beneficios de alimentar al bebé con leche materna.

Beneficios que impactan no solo a nivel individual, sino a escala global. No solo en el vínculo de la madre con el hijo, en la prevención de enfermedades de esa persona, o en el presupuesto del hogar sino en el impacto económico que este simple acto tiene sobre las políticas de salud, por citar un ejemplo. Por todo ello, es fundamental que la lactancia materna no solo sea promovida a través de campañas de difusión pública, sino también apoyada por todos los integrantes de la sociedad.

El caso dado a conocer en el barrio de San Isidro, en donde una madre fue “invitada” por dos policías mujeres a dejar de amamantar en público, muestra la situación de fragilidad en la que todavía nos encontramos. La connotación sexual de un pecho a la vista aleja la posibilidad de que un indefenso bebé pueda recibir cuando lo necesita el mejor alimento para su vida. El tabú de amamantar al bebé en un lugar público, nos priva de darle a nuestras futuras generaciones lo mejor que podemos dar: amor, alimentación y prevención de enfermedades.

Frente a este hecho, ¿qué posición elegimos asumir? Si estamos de acuerdo en que la lactancia materna es lo mejor para nuestros hijos, ayudemos a las madres a amamantar a sus bebés cuando sea necesario. Por el bien de todos.