¿Qué es el Apego?
El vínculo de Apego, es aquel que nos une de forma particular a muy pocas personas, aquellas que tienen la capacidad de regularnos emocionalmente (darnos calma, seguridad) en los momentos de intensidad y estrés. En la infancia suelen ser los padres, en la adolescencia puede ser también algún amigo íntimo, más adelante la pareja y en la vejez pueden ser los propios hijos.
Estas figuras tienen una doble función, la de ser una base segura desde la cual los hijos salen a explorar y un refugio seguro al cual pueden volver siempre que las cosas se pongan difíciles. Es la confianza en esa disponibilidad la que les da el coraje y la confianza para enfrentar el mundo.
Los chicos usan diferentes conductas de apego (llorar, buscar contacto físico, mirar, llamar) con el fin de acercarse a sus padres y reestablecer la calma en los momentos de estrés. Cito un ejemplo común: un niño pequeño está en la plaza jugando muy entretenido y se le acerca un perro. Esta situación le da miedo por lo que inmediatamente deja de jugar y busca los brazos de su mamá para que lo tranquilice. No importa qué entretenidos sean los juegos, si el niño no recupera la calma en contacto con su mamá (o su cuidadora) difícilmente pueda volver a jugar.
Este contacto que regula y calma puede ser diferente según el niño y la situación. A algunos les bastará con una mirada o unas palabras tranquilizadoras, otros necesitarán el contacto físico. Cada niño será el que determine cuál es su necesidad de contacto y cuando está saciada como para retomar la exploración. Es importante que como madres podamos estar disponibles para poder entrar en sintonía y seguir esa necesidad que nos presentan aunque muchas veces no coincide con lo que esperaríamos.
¿Por qué es tan importante el apego seguro en los niños?
El niño que tiene un apego seguro, es aquel que confía en la disponibilidad de su figura de apego. El saber que cuando se encuentre preocupado, cansado, asustado o abrumado podrá recurrir a ella en búsqueda de regulación y calma le permite aceptar los desafíos que implica salir al mundo y adquirir nuevas habilidades.
Los estudios de investigación muestran que los chicos que tienen apego seguro tienen mayor autoestima, mejor control de los impulsos, mayor capacidad para la autonomía, para pedir ayuda y tienden a relacionarse mejor con pares y hermanos, A diferencia de lo que popularmente se cree, los niños que cuentan con madres disponibles que responden de manera sensible a sus necesidades de apego, son más independientes.
¿Por qué como psicóloga de niños decidiste trabajar con madres?
En mi experiencia como psicóloga de niños, me encontré muchas veces con padres que habían actuado con la mejor intención, muchas veces mal informados o repitiendo antiguas formas de crianza que no los habían llevado a buen puerto. El resultado eran niños con diferentes problemáticas que a mi entender se podrían haber evitado. La teoría del apego me pareció tan esclarecedora y accesible (incluso me sirve muchísimo a mi como madre) que sentí la necesidad de trabajar en la prevención.
Así fue que nos unimos con otras psicólogas con las que compartíamos la motivación (Clara Poggi, Belén Lopez Medús y María Casabal) y decidimos formarnos en la herramienta del “Círculo de Seguridad” para poder traer acá ese proyecto. Se trata de un protocolo internacional creado por profesionales de larga trayectoria en investigación en la Teoría del Apego (Cooper, Hoffmann y Powell) quienes con la intención de transmitir el mensaje a la mayor cantidad de madres posibles, crearon un dispositivo en el que se busca transmitir la teoría en un espacio guiado de diálogo y reflexión.
¿Cómo son los encuentros del Taller Círculo de Seguridad que proponés?
Trabajamos de a dos profesionales con grupos de 8 madres. La idea es que sea chiquito para poder conocer las situaciones personales y aplicar las herramientas tomando los casos particulares. Son 7 encuentros en los que vamos trabajando para aumentar la capacidad de observación de las madres. Buscamos que puedan reconocer las necesidades de sus hijos para responder con sensibilidad y disponibilidad, al mismo tiempo que van observandose a si mismas, registrando sus propias incomodidades y expectativas que están presentes al relacionarse con ellos. Reflexionamos sobre las experiencias propias de las madres y las ayudamos a desactivar aquellos patrones que acarrean muchas veces de manera automática y no son los que ellas mismas elijen. Ayudamos a derribar mitos como aquellos que remiten a la malacrianza, o a los que sostienen que lo hace solo para llamar la atención.
En el transcurso del taller, las madres van reconociendo conductas, aceptando las necesidades de sus hijos, y cambiando la disposición hacia ellos. Se llevan nuevas propuestas y vuelven contentas porque notan una mejoría en el vínculo, se conectan mejor, aceptan sus emociones como mamás y además, notan cambios en el comportamiento del niño. Ver la evolución es muy gratificante.
¿Por qué asocian el apego con el colecho?
Muchas veces se confunde la Teoría del Apego (cuyos referentes principales son Bowlby y Ainsworth) con un tipo de crianza al que W. Sears llamó Crianza con Apego. Sin ser experta en esta, entiendo que pone énfasis en la satisfacción de las necesidades del bebé desde la cercanía y el contacto continuo. El colecho y el acarreo (llevar al bebé encima) son algunas de sus propuestas y de ahí la confusión. Desde la Teoría del Apego no se proponen métodos específicos de crianza si no la búsqueda de la disponibilidad y la sensibilidad de la figura de apego para poder entrar en sintonía con las necesidades del bebé. Esta teoría lleva cinco décadas de investigación y es la teoría más validada que la ciencia dispone actualmente sobre los vínculos y el desarrollo socioemocional.
Para conocer más acerca de los talleres para madres “Círculo de seguridad” pueden entrar en su página de Facebook. Allí encontrarán fechas y más información.
Mini Bio:
María Oxenford es psicóloga y mamá. Entusiasmada por la Doctora en Psicología Inés Di Bártolo, enfocó su carrera en la Teoría del Apego. Desde 2013, integra junto a ella, un grupo de investigación sobre terapias infanto-parentales según esta teoría. En 2015 se especializó en Estados Unidos en una técnica que se llama Círculo de Seguridad parental (Circle of Security Parenting) con el fin de darles herramientas a los padres para acompañar a sus hijos en su crecimiento a través del apego y la confianza. Desde materna la entrevistamos para que nos cuente un poco más acerca de su trabajo y los talleres de orientación que lleva adelante.