Lograr el equilibrio entre el papel de mamá y la vida laboral no es una tarea sencilla. Criar un hijo es un rol de tiempo completo, sobre todo durante los primeros meses de vida que necesitan el contacto continuo con su mamá. Es por eso que cuando la licencia por maternidad llega a su fin, tanto la mamá como el bebé sufren la angustia de la separación y el miedo a la nueva etapa.