Primer consejo: Chequear el calendario de vacunación y las vacunas requeridas para el destino elegido.
Antes de encarar un viaje con un bebé recomendamos realizar una visita al pediatra. Nunca está de más el examen de control para que el médico verifique el estado general de los niños. Además, en la visita podrás aprovechar para aclarar todos los temas referidos al lugar en donde vas a vacacionar. Según a dónde vayas, necesitarás chequear las recomendaciones sobre las vacunas, medicamentos antidiarreicos o pastillas para los mareos, como así también la cobertura de tu seguro médico.
Segundo consejo: provisionarse con los medicamentos utilizados por la familia bajo prescripción médica
Si tu hijo o algún otro integrante de la familia toma algún medicamento, tendrás que tomar la precaución de llevar la suficiente cantidad para cubrir el período de las vacaciones (incluso un poquito más, por las dudas). Por otra parte, es mejor preguntarle al médico, cómo se llama ese medicamento en el exterior - en caso de que viajes afuera -, o el nombre de la droga para conseguir algún equivalente.
Si en la familia hay alguna persona con una enfermedad preexistente, llevar una tarjeta con la descripción de la enfermedad y los medicamentos que toma.
Tercer consejo: continuar con la lactancia materna. Si el bebé ya no se alimenta con leche materna, solicitar al médico consejo sobre la leche maternizada y cómo prepararla.
Si tu hijo es todavía un bebé, considera en tu neceser la cantidad necesaria de los complejos vitamínicos. Si estás amamantando a tu bebé, es importante que sigas haciéndolo. Tu leche es el mejor alimento. Si tu bebé se alimenta con leche maternizada, será mejor que lleves un stock para cubrir sus necesidades o averiguar cómo podrías reemplazarla. Por su puesto, la higiene es fundamental y en caso de utilizar preparados en polvo, tendrás que tomar la precaución de usar agua mineral o agua potable hervida.
Cuarto consejo: Preparar un buen botiquín de primeros auxilios.
La prevención es una herramienta fundamental para pasar unas buenas vacaciones. Los ojos atentos de los padres son muy importantes, pero también hay que estar prevenidos y equipados. Según la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero es recomendable llevar los siguientes elementos en el botiquín o neceser de primeros auxilios. Atención: el médico de cabecera será la autoridad que avale los medicamentos del botiquín familiar.
- Ibuprofeno o paracetamol para aliviar dolores y/o bajar la fiebre.
- Antihistamínico.
- Solución desinfectante (tipo loción de iodopovidona) para limpiar las heridas.
- Pinzas para quitar pequeñas astillas, objetos extraños, o aguijones de insectos.
- Tijeras con la punta redonda.
- Termómetro para tomar la temperatura.
- Protector solar con un factor de protección solar alto.
- Crema para la dermatitis del pañal.
- Repelente de insectos.
- Loción de calamina para aliviar el picor y la irritación producida por las picaduras de insectos.
- Crema antibiótica para prevenir la infección de cortes, arañazos y quemaduras.
- Bandas adhesivas conocidas como "curitas".
- Un paquetito de gasas en rollo, para tapar los cortes y arañazos.
- Cinta adhesiva para mantener la gasa en su lugar.
- Un paquetito de toallitas antisépticas para desinfectar las heridas y limpiarse las manos, pinzas, tijeras u otros utensilios.
- Un par de guantes desechables para protegerse las manos.
- Pastillas potabilizadoras de agua.
- Los medicamentos prescriptos por el médico con motivo de la consulta pre-viaje (quimioprofilaxis para paludismo, tratamiento para la diarrea del viajero, entre otros)
Si querés conocer todas las recomendaciones de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero, ingresá aquí.
Fuente consultadas:
- Colegio Americano de Médicos de Emergencia (American College of Emergency Physicians, su sigla en inglés es ACEP).
- Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero.