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Lo poco en tiempos de mucho

Gustavo Fillol es un padre que armó un blog acerca de lo que él llama "paternidad consciente". En una columna reciente escribió acerca de la educación de los hijos en la era del consumismo. La recomendamos y les pedimos que ¡comenten sobre lo que les parece!

Esta entrada sobre Beethoven va dirigida a los padres que hacen el estoico esfuerzo de mantener ciertos patrones mínimos de austeridad.

Tengo el honor de haber comprobado, de primera mano, los casos de amigos o conocidos que realizan ese esfuerzo. Esfuerzo callado, silencioso, frente a la ruidosa orquesta del consumismo. Obviamente no hablé del tema con ellos, porque nadie habla del tema. ¿Cómo hablar del tema, cuando todo el mundo está hablando de comprarles a los chicos el nuevo modelo que acaba de salir del último nosequé?

Hay una diferencia entre hacer algo "para" nuestros hijos y hacer algo "por" nuestros hijos. En general, el "para" es mecánico y el "por" es consciente. O por lo menos el "por" es más consciente que el "para".

Si nos escuchamos decir "esto es para vos", probablemente se trate de algo que al niño le gusta y no hacen falta más explicaciones. Todos contentos.

Si en cambio nos hallamos diciendo "esto es por vos", probablemente se trate de algo que al niño no le gusta, pero que nosotros sabemos que lo beneficia. Como llevarlo al dentista, por ejemplo.
Cuando Stravinsky intentaba explicar por qué Beethoven era en su opinión el "genio máximo del universo" (sic), decía que mientras otros componían música "para" piano, Beethoven componía música "de" piano. Beethoven era tan "soberano del instrumento" que, siempre según Stravinsky, era como si instintivamente supiera la música exacta que se correspondía con el piano.

De la misma manera, nosotros sabemos exactamente lo que se corresponde con nuestros hijos. Pero hacerle caso a esa sabiduría es hacerse caso a uno mismo, para lo cual hace falta consciencia, y usualmente predomina la mecanicidad, que nos lleva a obedecer mecanismos impuestos desde afuera.

El mecanismo del consumo es el más evidente. ¿Cuántas cosas de las que compramos "para" nuestros hijos, las compramos realmente "por" ellos? Ah, pero qué difícil es sostener una imagen de buenos padres siendo austeros, en épocas en que "austeridad" es casi mala palabra.

Volviendo a Stravinsky y Beethoven, el ruso también decía que, cuando componía para orquesta, el alemán "parecía pobre, por falta de colores abundantes e instrumentación frondosa". Pero donde otros veían pobreza, al comparar a Beethoven con "el radiante Wagner o el inquieto Mozart", Stravinsky veía "sobriedad, en su expresión más exacta y perfecta".

Beethoven era sobrio, musicalmente austero, y no por eso era menos genial. De hecho, tal vez en ese factor radicara lo más excelso de su genialidad. Es complicado lidiar con lo mucho, como Wagner o Mozart, pero es aún más complejo, como Beethoven, lograr mucho con poco.

"La sobriedad auténtica", decía Stravinsky, "es la cosa más rara y más difícil de conseguir".
"Sobriedad" viene del latín "sobrius", que alude a la persona "moderada", adjetivo originalmente aplicado al acto de beber, y luego extendido a cualquier otro campo de la vida. Y agrego esta cita de un diccionario etimológico: "Los lingüistas están de acuerdo en que ‘sobrius’ se forma a partir de la raíz indoeuropea ‘s(w)e’, la cual ha dado lugar al pronombre reflexivo de tercera persona ‘se’, y la palabra indicaría ‘que tiene control sobre sí mismo’."

Más sorprendente es "austeridad", que viene del griego "austerós" y del latín "austerus". En ambos idiomas, esa palabra posee como segunda acepción la idea de “simpleza”. ¿Cuál es la primera acepción? Acá viene lo llamativo: la primera acepción es “difícil”.

Sepamos entonces que plantarnos frente al consumo mecánico y tratar de mantener una austeridad consciente es algo muy raro, y sobre todo muy difícil. Es un camino que conduce a la simpleza, pero el trayecto para llegar ahí no es precisamente simple.

Así que no sólo es raro ser austero, sino también difícil y complicado. 

Ya lo sabían los antiguos.
Pero es algo que podemos hacer "por" nuestros hijos.

Gustavo Fillol
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