Una vez conocidas las enormes ventajas de la lactancia materna, la mujer embarazada puede ir preparando sus pechos y pezones para alimentar a su bebé.
Es más, si durante la gestación se dedican algunos minutos diarios al cuidado de los pezones, se pueden evitar algunos problemas como dolor de mamas, enrojecimiento de los pezones y grietas.
De acuerdo con FUNDALAM (Fundación Lactancia y Maternidad), estos inconvenientes se dan en los primeros tiempos de la lactancia, cuando los pezones no están acostumbrados a la succión y la demanda de un bebé. Según recomendaciones de la Fundación, el momento más adecuado para empezar la preparación es entre el quinto y sexto mes de embarazo.
Para saber qué tipo de pezón tiene, en FUNDALAM aconsejan que la mujer embarazada pince la areola con sus dedos índice y pulgar. Así sabrá qué tipo de pezón posee y cómo corregirlo, si fuera necesario, conviene siempre consultar al obstetra por cualquier duda sobre este tema.
Distintas clases de pezones
- Retráctiles: ante la maniobra de pinzamiento se retraen.
- Planos: se corrigen espontáneamente en el último trimestre o con escudos y masajes.
- Umbilicados (falso y verdadero): el falso se revierte al realizar la maniobra de la areola y requiere del mismo tratamiento que el pezón plano. El umbilicado verdadero no se revierte. Para poder revertir el falso, se recomienda el uso de los escudos y del sacaleche manual, con lubricación. Si la mamá tiene menos de 6 meses de embarazo puede empezar el tratamiento usando escudos para modelar y airear el pezón durante 4 horas el primer día y agregando 2 horas por día hasta completar las horas diurnas. Es importante no usarlos durante la noche. Si la mamá tiene 7 meses de embarazo deberá utilizar un sacaleche con émbolo de la siguiente manera: dos sesiones diarias de tracciones del pezón con el émbolo hasta sentir un tironcito suave. Sostener 10 segundos y aflojar, repetir 10 veces seguidas. Si está de 8 meses puede usar la bomba eléctrica de la Fundación. Este tratamiento dura 10 sesiones. Es necesaria la prescripción médica.
- Grandes: si el pezón es muy grande puede provocar arcadas en el bebé al tocar su paladar blando. Si el pezón se coloca más afuera en la boca del bebé, la mamada no es eficaz porque no se oprimen los senos lactíferos. La solución es colocarlo más afuera que lo normal pero cuando el bebé succione, la madre simulará la acción de la mandíbula del bebé sobre su pecho, comprimiendo los senos lactíferos con el índice y el pulgar.
- Pequeños: no presentan inconvenientes.
- Normales: reaccionan ante la maniobra de la pinza en cuanto se los roza con los dedos, adoptando la forma precisa para ser succionados por el bebé.
Masajes para la mamá que debe formar el pezón
Los momentos ideales para cuidar el pezón son al levantarse y al acostarse y después del baño. Como en cualquier otro tratamiento, es necesario consultar al médico antes de realizarlo.
- Colocar sobre el pezón crema de caléndula o el propio calostro y masajear el pezón lubricado.
- Tomar la base del pezón y darle cuerda como si fuera un reloj. Tomar la punta del pezón entre los dedos y traccionar hacia fuera unas 10 veces. Suspender si se sienten contracciones.
- Estimular el pezón con los pulgares o índices en oposición en plano horizontal y traccionar 10 veces seguidas hacia fuera. Igual en sentido vertical.
En FUNDALAM también explican que los pezones necesitan ALAS:
A: aire por medio natural o con escudos aireadores. El pezón debe estar siempre seco, y en la medida de lo posible, expuesto al aire. Para secarlo, cuando después de dar de mamar queda mojado, se puede utilizar el secador de pelo o apantallarlo. Para que estén al aire, se pueden agujerear las tazas del corpiño (o bajar la tapa del corpiño de amamantar) o usar escudos o casquillos aireadores del pezón, que alejan la mama del corpiño y permiten que la piel respire.
L: lubricación. Con calostro o crema de caléndula.
A: agua. El agua limpia y preserva la grasa natural de los pezones. No es necesario usar jabón para limpiarlos.
S: sol. Tomar sol directamente en los pezones 15 minutos por la mañana y 15 minutos por la tarde. Hacerlo en los horarios de exposición recomendados: de 9 a 10 y de 17 a 18 horas.
En cuanto a la bajada de la leche, esto sucede entre dos y cuatro días después del parto. En algunas mujeres que han tenido cesárea el proceso puede demorarse un poco pero no se extiende más allá de una semana, y mientras tanto el bebé recibe el calostro que tan bien le hace. Hacia el final del embarazo, las mamás ya producen un líquido especial que precede a la lecha materna llamado calostro. Es una sustancia amarillenta, muy concentrada, de alto poder nutritivo, rica en proteínas y con un elevado contenido en "defensas" o anticuerpos. Es el alimento que obtiene el recién nacido en sus primeras mamadas. Es fundamental para su nutrición inicial porque la composición del calostro se adecua totalmente a sus necesidades y lo protege contra las infecciones más comunes ya que transfiere al bebé los anticuerpos elaborados en el organismo materno, hasta que su propio sistema inmunológico se ponga en funcionamiento.
¿Cuándo es leche y cuándo es calostro? La diferencia se nota a simple vista porque el calostro es amarillento y la leche es más aguada y transparente.
Posiciones de amamantamiento
Una buena posición del bebé y la mamá favorece la bajada de la leche. Por eso es importante prestar atención a la boca del bebé y cómo "se prende". Debe tomar todo el pezón y parte de la areola dentro de su boca y ser colocado panza con panza con la mamá, es decir que la cabeza del bebé está en el pecho y su panza no mira al techo, sino que está en contacto con la de la mamá. Ella debe evitar la tracción del pezón cuando su bebé deja de tomar. Para eso, conviene introducir un dedo al costado de la boca antes de desprenderlo. Así, no existen tirones.
Con respecto a las posturas para amamantar, las más recomendables son:
Posición tradicional: con almohadones en la espalda y sobre el regazo, con el bebé panza con panza respecto a la mamá.
Posición inversa: la cara del bebé queda frente al pezón y su cuerpo no queda pegado al de la madre, sino que pasa por debajo de su brazo.
Asimismo, en los primeros días y meses de lactancia, es bueno usar ropa cómoda que facilite el amamantamiento: camisones con botones que se desprendan fácilmente y corpiños especialmente diseñados para amamantar. Esto hace que el momento sea más sencillo y la mamá esté relajada y tranquila alimentando a su bebé.