1) ¿Cuánto es el tiempo ideal que tiene que dormir un bebé de 6 meses y a los 1, 2 y 3 años?
A los 6 meses el bebé duerme un promedio de 14 horas diarias, incluyendo al menos dos siestas de una hora. Al año duerme 13 horas, en las que se consideran dos siestas de alrededor de 45 minutos cada una. A los dos años duerme 12 horas, con una siesta de una hora. A los 3 años duerme un poco menos de 12 horas. A esa edad, los chicos pueden hacer una siesta de 45 minutos, o no hacer siesta. Sin embargo, es importante reconocer que estos valores son promedios y que algunos bebés duermen menos o más según su temperamento y ritmo circadiano individual.
2) ¿Cuál es la manera más apropiada en que una madre debe dormir a su bebé desde los primeros tiempos de vida, para que él adquiera buenos hábitos de sueño?
Ante todo, una mamá no puede forzar a su bebé a entrar en estado de sueño. Su función será crear un ambiente que permita que el sueño sobrevenga a su bebé naturalmente. El objetivo final de la paternidad nocturna es ayudar al bebé a desarrollar una actitud sana acerca del sueño, como un estado placentero para entrar o permanecer sin miedos.
Para cumplir este objetivo, los padres pueden realizar en los primeros 4 a 6 meses muchas acciones que ayudarán al bebé a conciliar el sueño y a retomarlo cuando despierta. Estas acciones pueden ser amamantarlo, acunarlo en brazos o cantarle suavemente, poner música que induzca el sueño o simplemente dormir al lado de él. Posteriormente, los cuidados y maneras de confortarlo se volverán parte de los recursos internos del niño y él será capaz de lograrlo por sí mismo.
3)¿Cuáles son las etapas del sueño?
Hay dos estados básicos del sueño: ligero y profundo. Cuanto menor es el bebé mayor será el porcentaje de sueño ligero. A través de la noche los bebés ciclan de sueño ligero a profundo y de nuevo a ligero, y cuando pasan de uno a otro hay un período vulnerable en el que ellos probablemente despiertan. Esto ocurre aproximadamente cada 90 minutos. Cuando los bebés van creciendo, el porcentaje de sueño profundo aumenta, los ciclos de sueño se alargan y los despertares nocturnos se van haciendo menos frecuentes. Los bebés pequeños no duermen tan profundamente como los adultos, y ese mayor porcentaje de sueño ligero en los primeros 6 meses tiene beneficios para el desarrollo cerebral y para la supervivencia. El despertar frecuente da a los bebés más oportunidades de amamantarse de noche, cuando los niveles maternos de prolactina están más altos y hay por ello más leche disponible.
4) ¿Qué se hace cuando un bebé no sabe dormirse si no es en el pecho o con una mamadera? ¿Puede acostumbrarse mal?
En los primeros 3 ó 4 meses es frecuente que los bebés se queden dormidos mamando del pecho o de la mamadera y esto puede considerarse como normal en esta etapa. No van a "acostumbrase", porque las necesidades y capacidades cambian con el crecimiento y la maduración, y podrá enseñarse al bebé a dormirse de otras formas distintas que mamando, acunándolo, llevándolo en brazos o con cantos y música.
5) ¿Conviene que los bebés duerman con sus padres?
Hay dos formas de dormir con los padres, el llamado colecho (el bebé duerme en la cama de los padres) y la cohabitación (el bebé duerme en el moisés o en su cuna al costado o a los pies de la cama de sus padres). Estas dos formas de dormir con los padres pueden llamarse "sueño compartido", y tienen la ventaja de que la madre (debido a los efectos de una más elevada prolactina nocturna), sincroniza sus ciclos de sueño con los de su bebé y despierta espontáneamente segundos antes que lo haga su bebé, amamantándolo ante las primeras señales de inquietud o comienzo de llanto. La respuesta precoz de la madre facilita que ambos vuelvan a conciliar el sueño fácilmente después de la mamada. Pero el sueño compartido debe ser seguro.
6) ¿Qué precauciones se deben considerar?
Las precauciones de seguridad que recomiendan William y Martha Sears son las siguientes:
- Colocar al bebé al lado de la madre más bien que entre la madre y el padre. Mientras que las madres están física y mentalmente alertas frente a la presencia de sus bebés aun cuando están dormidas, algunos padres pueden no disfrutar la misma sensibilidad ante la presencia de sus bebés mientras duermen, por eso es posible que ellos se den vuelta o sin querer apoyen un brazo sobre el bebé. Después de unos meses de compartir el sueño, muchos papás también parecen desarrollar una sutil alerta ante la presencia del bebé.
- Tomar precauciones para prevenir que el bebé rote fuera de su cama, aunque sea improbable cuando el bebé está durmiendo junto a su mamá, ya que los bebés automáticamente son atraídos hacia un cuerpo caliente. De todas maneras, para estar segura, la mamá debe poner al bebé entre ella y una baranda, o poner su colchón pegado a la pared. Debe asegurarse de que la baranda está al ras del colchón o que éste quede contra con la pared, de tal modo que no haya una grieta en la que el bebé se pueda hundir.
- Poner al bebé a dormir sobre su espalda, que además de ser la posición más segura para dormir, da al bebé fácil acceso al pecho durante la noche.
- No dormir con el bebé si se está bajo influencia de algunas drogas, tales como el alcohol o medicaciones tranquilizantes (incluyendo medicamentos para el resfrío o anticonvulsivos).
- La mamá no debe dormir junto al bebé si es obesa o tiene pechos extremadamente grandes.
- También debe evitarse dormir con el bebé sobre superficies especialmente blandas, tales como sofás, camas de agua o cualquier superficie en la que el bebé pueda quedar apretado como una cuña entre la superficie blanda y el pecho de la mamá. Mantener lejos de la cuna o la superficie en donde duerma el bebé, almohadones y frazadas.
- No usar ropa interior con breteles más largos de 18 cms y evitar joyería colgante. El bebé puede quedar atrapado en ellos.
- Hay que recordar que el sueño compartido y el amamantamiento es el estilo normal nocturno en muchas partes del mundo. La mamá debe tener en cuenta el sentido común y las precauciones mencionadas y descansar segura de que tanto ella como su bebé disfrutarán sueños nocturnos sin peligro.
Texto elaborado sobre la síntesis de la reunión interactiva con alumnas del segundo año del Curso de Puericultura en FUNDALAM , realizada el día 24 de Abril de 2003. El Dr. Beccar Varela había entregado semanas antes de la reunión, material de lectura, solicitándole a las futuras puericultoras le hicieran llegar sus preguntas una semana antes de la reunión. con el material recopilado pudo pude meditar las respuestas sobre las cuales se desarrolló el animado diálogo que se sintetizó anteriormente.
Bibliografía:
Martha and William Sears: The Breastfeeding Book. Little, Brown and Company. Boston, 2000.
Carlos Beccar Varela y Juan Carlos Santillan: El arte de criar a su hijo. Ediciones Macchi, Buenos Aires, 1994
Nota elaborada con el auspicio de la marca BUSHI.