Niño
2 años

La llegada de un hermanito

Caprichos, celos y alegría

Caprichos, celos y alegría

La noticia de que mamá está embarazada es una de las cosas que con más fuerza irrumpe en la vida de un niño. Y si bien terminará por aceptarlo, los padres deben ayudarlo a transitar esta etapa. Aquí, algunos consejos para presentar al bebé al hermano mayor.

Caprichos, celos y alegría

No hay duda. El nacimiento de un hermano es un acontecimiento familiar que cada chico inscribe en su propia historia de manera única y particular. El embarazo de su mamá le dispara, además, un sinfín de cuestionamientos respecto del origen de la vida, que muchas veces ponen en situación incómoda a más de un padre desprevenido.

Con la certeza de que llegará un hijo más a la familia, los padres se plantean la difícil situación de darle la noticia al hasta ahora "rey absoluto" de la casa. Cómo y cuándo es la primera inquietud. En general, los especialistas sugieren esperar a cumplir el tercer mes de embarazo para no generar expectativas antes de tiempo. Cumplido este plazo –en el que muchas veces el chico igualmente percibe algún cambio en su mamá– puede darse la noticia.

“Vas a tener un hermanito o hermanita. Llegará en unos meses porque ahora está creciendo en la panza de mamá. A medida que se acerque su venida, la panza va a crecer y crecer hasta que nazca”. Ante semejante sacudón, las reacciones son tan diversas como impredecibles. “Los padres deben estar atentos a la conducta y al nivel de cuestionamiento que tenga su hijo. Conviene ir graduando la información y no ahogarlo con detalles que, quizá, por ahora, prefiera ignorar”, aconseja la psicopedagoga Antolina María Gil, especialista en niños.

Más allá de las particularidades, los cambios de conducta son un síntoma que se repite en casi todos los niños. “Cuando se enteran de que van a tener un hermano, los chicos tienden a volverse caprichosos, hacen berrinches e incluso es muy común la regresión a conductas superadas, como llorar por quedarse en el jardín maternal o volver a hacerse pis cuando ya habían aprendido a controlar esfínteres”, explica.

Para que el hermano mayor vaya haciéndose a la idea resulta muy positivo hablarle de la venida del bebé y llamarlo por su nombre. Mariana es mamá de Mateo, de dos años y medio, y espera a Malena para dentro de tres meses. “Con mi marido, le dimos la noticia cuando yo estaba cursando el cuarto mes de embarazo. Pobre, desde entonces, no para de preguntar: ‘¿cuándo viene Malena?’ Está súper ansioso. Cinco meses le parecen un abismo”, reconoce Mariana.

Más que nunca, en este momento el papá pasa a jugar un rol fundamental. La licenciada Gil sugiere que el chico no sienta tanto que “pierde” a su mamá, sino el hecho de que “gana” a su papá.  Un embarazo siempre genera expectativas y cambios en la cotidianeidad de una casa, por eso es ideal que el padre comparta más tiempo junto a su hijo, para que se sienta hijo único otra vez, aunque sea por un rato. Si bien los celos son tan inevitables como naturales, una vez nacido el hermanito, el chico terminará por aceptarlo y aprenderán a jugar juntos y a quererse, aunque sin dejar de rivalizar.

Por eso resultan sabias las palabras de un pediatra que, consultado por una mamá embarazada preocupada por los celos de su hijo, respondió: “Lo que necesitan los papás en su situación son tres cosas fundamentales: paciencia, paciencia y más paciencia”.

Cómo presentar al bebé al hermano mayor

Hablarle de la llegada con naturalidad y simpleza, aunque sin bombardearlo de información que quizá no quiera conocer todavía.

Hacer referencia a que este bebé que está en la panza es como él cuando pequeño. Mostrarle fotos y videos de sus primeros meses.

Prepararlo para el período de lactancia, cuando el hermanito tenga esa relación tan especial con su mamá.

Se aconseja no forzar cambios bruscos en la evolución del niño que coincidan con la inminente venida.

Evitar hacerlo dejar los pañales, el chupete o la mamadera. Eso llegará más adelante.

Como una forma de valorizar el crecimiento, conviene remarcar actividades y salidas que él puede hacer “porque es más grande” pero su hermano no, porque “todavía es un bebé”. En esto, es clave la ayuda de los abuelos.

cargando

cargando comentarios