Motricidad gruesa: Sigue experimentando con el equilibrio. Ahora se puede mantener en un pie por tres segundos y pasar de un pie al otro. También ensaya nuevas formas de salto, como el salto en un pie o el salto amplio. Aunque durante el día no para de moverse ni un minuto, probablemente sólo duerma una siesta corta a la tarde, o ninguna.
Persona social: Puede entender y cumplir una indicación de dos o tres pasos, aunque la obediencia no es precisamente su fuerte. Ha crecido en independencia y se separa de sus padres con relativa facilidad.
Comunicación: En el último año, su vocabulario alcanzó las 300 palabras aunque entiende hasta 900. Arma frases con sujeto y predicado, y empieza a conjugar los verbos. Aunque al principio seguramente lo haga mal, el hecho de que ponga los verbos en pasado significa que está comenzando a adquirir las bases de la gramática. También responde preguntas simples, como quién y dónde.
Motricidad fina: Cada vez domina mejor algunas actividades cotidianas, como vestirse sin ayuda o, sentado a la mesa, servirse algunos alimentos (¡los padres aprenderán la virtud de la paciencia!).
Te recordamos que estos hitos del desarrollo son aproximados, ya que cada niño es único. Ante cualquier duda, te sugerimos que siempre consultes al pediatra.
Nota supervisada por el Equipo Médico de Mamashelp