Niño

Cómo responder la pregunta inevitable:

Un hermanito, ¿cómo se hace?

Un hermanito, ¿cómo se hace?

La llegada de un hermanito (propio, en el jardín, una panza embarazada por la calle) despierta la curiosidad de los chicos sobre el origen de los bebés. Si bien no hay explicaciones ideales, el tipo y el grado de información que se les brinda son fundamentales.

Un hermanito, ¿cómo se hace?

Cuando el primer hijo cumple 2 años, muchos padres consideran que llegó el momento de agrandar la familia. La alegría y el entusiasmo por la incorporación de un nuevo integrante, muchas veces vienen acompañados de nuevos desafíos, como el momento de abordar el tema de dónde surgen los bebés.

"Mamá, ¿de dónde vienen los bebés?"

“Siento que no puedo concentrarme del todo en el embarazo porque estoy pendiente de lo que Ramiro va a sentir y pensar sobre el nuevo bebé”, confiesa Delfina, su mamá. A diferencia del primer embarazo, en el que los padres podían volcarse de lleno a la preparación emocional para el gran cambio, el segundo inevitablemente los obliga a dirigir parte de esa atención en conocer qué piensa y qué siente el primer hijo en relación con el tema. La información adecuada y la buena comunicación, entonces, son clave para lograr que los chicos comprendan qué está pasando en la panza de sus mamás. Muchas otras veces la inquietud la trae el embarazo de la mamá de un amiguito del jardín o simplemente ver una panza embarazada por la calle.

Esperar la pregunta, no anticiparse.

“Siempre conviene esperar la pregunta. Nunca es bueno anticiparse a la inquietud de los chicos. Y, si es que la consulta llega, lo importante es dar las explicaciones comprensibles para la edad que ellos tienen”, sugiere el psicólogo Luciano Durruty , al tiempo que remarca la importancia de no negar la realidad y afrontar la pregunta sin pudor: “La sexualidad y la muerte son dos de los grandes temas que intrigan a los chicos. Son parte de la vida y no es bueno ignorarlos, siempre y cuando se traten de manera adecuada”. El descubrimiento del sexo masculino y femenino es otra característica propia de esta etapa del desarrollo. Los chicos empiezan a advertir que los genitales de las mujeres y de los varones son diferentes. Si ellos preguntan, éste puede ser un buen ángulo de abordaje al tema de la reproducción.

Consejos para tener en cuenta a la hora de hablar sobre el origen de los bebés:

  • No dar más información de la que los chicos piden.Pueden quedar confundidos por la abundancia de detalles. En muchos casos, incluso, los datos excesivos no serán de su interés y no aportarán a la comprensión del tema. Hay papás que, fascinados por la capacidad de incorporar conocimientos que tienen los chicos de esta edad, aprovechan la curiosidad de ellos para hablar de todo: fenómenos climáticos, sistema solar, el cuerpo humano... No es, en cambio, recomendable proceder de esta forma cuando el tema es la reproducción humana; el niño no puede aún disociar el aspecto científico de su realidad de hijo, nacido de esta mamá y de este papá, que no son, para él, “un hombre y una mujer”.
  • Escuchar atentamente qué es lo que preguntan y cómo abordan ellos cuestiones como la concepción, el embarazo y el nacimiento.
  • Intercambiar experiencias y sensaciones con otros padres que estén atravesando la misma etapa. Aunque cada familia maneje el tema a su manera, es reconfortante saber que otros están pasando por lo mismo.
  • Valerse de ejemplos de la naturaleza animales con los que estén familiarizados como mascotas tipo cachorros, gatitos. La reproducción animal es parte de la naturaleza y puede ser una buena analogía para facilitar la comprensión.
  • Recurrir a libros especializados en el tema teniendo en cuenta la edad de los chicos a la que están dirigidos. Las ilustraciones y el asesoramiento de los profesionales consultados en los textos pueden ser una buena guía para los padres. Antes de comprarlos, habrá que indagar si la perspectiva del libro coincide con las orientaciones generales que se dan más arriba y con la propia escala de valores de la familia.

De todas maneras, los expertos coinciden en que no existen respuestas perfectas o infalibles para que los padres den a sus hijos. Como en todas las cuestiones relacionadas con la crianza y la educación, no hay un manual de instrucciones a seguir. Los intereses, la personalidad y el grado de maduración de cada chico determinan cuáles son las explicaciones adecuadas. A su vez, la relación que tengan los padres con el tema y el grado de comodidad que les suscite hablar de reproducción también influirá en el tipo de respuestas que quieran y puedan brindarles a sus hijos.

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