¡Felicitaciones! Esta semana será muy intensa en emociones y tareas para realizar porque tu nuevo hijo demandará todas tus energías. Seguramente los primeros días estarás en la clínica y luego en tu casa. Mientras todavía estés internada, podrás aprovechar toda la ayuda que puedan brindarte, a fin de que logres descansar.
Como recordarás por tu o tus experiencias anteriores, los primeros días, tu bebé se dedicará principalmente a comer y a dormir. Es importante que una vez en casa, te procures ayuda con las cuestiones domésticas o hagas sólo lo estrictamente imprescindible para poder dedicarte a él. Atención a la bajada de la leche: si te produce fiebre o se te congestionan los pechos, compresas calientes y el sacaleches te sacarán del apuro, aparte de tratar de que el bebé tome bastante seguido del pecho.
Tu bebé te reconoce por el olor, y próximamente te reconocerá visualmente. A los pocos días de nacer, seguramente tu bebé sea capaz de levantar un poco la cabeza cuando está boca abajo. Además, podrá fijar la vista en objetos que estén entre 20 y 25 centímetros de distancia (la distancia de tu rostro cuando le das el pecho). Los bebés recién nacidos tienen varios reflejos que irán perdiendo con el tiempo, entre ellos: el reflejo de rotación (al tocar su mejilla, él abrirá la boca en la dirección en que lo hayas tocado, e intentará prenderse a tu pecho), el reflejo de Moro (si se asusta, extenderá brazos y piernas como si quisiera tomar algo y encorvará los miembros hacia adentro, con los puños cerrados), el reflejo de deglución (que ya ejercitó dentro de la panza), el reflejo de succión (fundamental para su alimentación), el de pisada (cuando al estar sostenido y sus pies tocan una superficie firme, hace el movimiento de dar un paso) y el de prensión (aferrará cualquier cosa que pongas en la palma de su mano).
Te recordamos que estos hitos del desarrollo son aproximados, ya que cada bebé es único. Ante cualquier duda, te sugerimos que siempre consultes al pediatra.
* El año tiene 52 semanas. El presente calendario se elaboró sobre la base de un año ficticio de 48 semanas -4 semanas por mes, totalizando los 12 meses del primer año del bebé- con el fin de organizar la información más relevante del mes de vida que esté atravesando el bebé. Asimismo, se respetó la división en meses del primer año de vida dado que todos los parámetros que miden el desarrollo y crecimiento del bebé toman en cuenta un criterio de meses, principalmente, en vez de semanas.