A medida que "baje" tu panza, te molestará menos la compresión de las costillas bajas y sentirás más la presión hacia abajo. Tal vez sientas dolores en la pelvis al caminar y tengas que hacerlo lentamente.
El gran volumen de tu panza puede hacer que roces las paredes, que tengas dificultades para desplazarte o que se te caigan objetos en forma involuntaria. Cuidado con los accidentes. Te conviene descansar mucho y no apurarte al hacer ninguna tarea.
Tus pechos, gracias a las hormonas que produce la placenta, comienzan a prepararse para cumplir la función de amamantamiento. Ahora se llenan de calostro -el primer alimento que recibirá tu bebé, antes de que se produzca la bajada de la leche-.
El intestino de tu bebé está ocupado por meconio, una sustancia verde oscuro que es una mezcla de sus secreciones, lanugo y células intestinales. Lo evacuará en el parto o una vez nacido.
* Te recordamos que estos hitos del embarazo son aproximados, ya que cada embarazo es tan único y diferente como la mamá que lo vive, y como el bebé que va a tener. Ante cualquier duda, te sugerimos que siempre consultes a tu médico.