Los movimientos del bebé ya no son tan frecuentes porque no dispone de espacio suficiente. Sus pulmones ya han madurado y se habrá encajado en el cérvix, preparándose para el nacimiento. Ya habrás aumentado todo el peso del embarazo. Si aumentaste entre 10 y 15 kilos, este peso se distribuye así: entre 3 ó 4 kilos corresponden al bebé, mientras que entre 7 y 12 kilos se deben al sistema de mantenimiento (placenta, líquido amniótico, aumento del torrente sanguíneo, grasa y tejidos de los pechos).
En estas semanas puede ser que tengas alguna "falsa alarma", especialmente si estás muy ansiosa. Si creés que ya ha comenzado el trabajo de parto -lo reconocerás por la presencia de contracciones regulares, que no cesan y se intensifican en el tiempo y la duración de cada una; o también por la rotura de la bolsa-, tendrás que comunicarte con la obstétrica que te atenderá en el parto, o con tu obstetra. Te harán un tacto vaginal para comprobar la dilatación del cuello del útero y dependiendo de esta medida -cuán dilatado esté el cuello- te confirmarán si ha comenzado o no el trabajo de parto. Si finalmente resulta que era una falsa alarma, no te preocupes. Es un episodio habitual del que no hay que avergonzarse.
Entre esta semana y las próximas hasta el parto, el bebé aumentará diariamente 15 gramos.
* Te recordamos que estos hitos del embarazo son aproximados, ya que cada embarazo es tan único y diferente como la mamá que lo vive, y como el bebé que va a tener. Ante cualquier duda, te sugerimos que siempre consultes a tu médico.