Tu bebé ya está muy apretado en el útero, encorvado y cabeza abajo, ya casi no cabe dentro de él. Está completamente maduro, sus órganos están formados y en funcionamiento, esperando nacer. Sus movimientos están cada vez más restringidos por el poco espacio que tiene; no obstante eso, deberías sentir sus movimientos por lo menos 10 veces al día. Si notaras algún cambio significativo en este punto -por ejemplo, que no se moviera en absoluto en un lapso de 6 horas- deberías avisar a tu médico enseguida.
El peso final de tu bebé dependerá de cuánto hayas aumentado en todo el embarazo, de razones genéticas (contextura del papá y de la mamá) y de si hubo o no problemas en el embarazo (por ejemplo, si sufriste hipertensión o fumaste, seguramente tu bebé tendrá menor peso; en cambio, si tuviste diabetes gestacional, probablemente tendrás un bebé más grande).
En esta semana se encuentra tu fecha probable de parto. Si no sucede el nacimiento, tu obstetra seguirá controlándote principalmente con monitoreos fetales para evaluar la vitalidad del bebé y para hacer un seguimiento estricto de tu embarazo. Dependerá del criterio médico la decisión de hasta cuándo esperar para tomar la decisión de hacer una inducción al parto.
* Te recordamos que estos hitos del embarazo son aproximados, ya que cada embarazo es tan único y diferente como la mamá que lo vive, y como el bebé que va a tener. Ante cualquier duda, te sugerimos que siempre consultes a tu médico.