En los chicos, la curiosidad por las diferencias de sexo es esperable y forma parte del proceso natural de maduración. Es responsabilidad de los padres acompañarlos en el transcurso del aprendizaje con la información adecuada y los límites necesarios.
Muchas veces los padres por temor a acelerar el descubrimiento de la sexualidad en sus hijos, toman todo tipo de medidas para evitar que vean, escuchen o pregunten respecto al cuerpo, las diferencias anatómicas y la desnudez.