La fertilidad femenina
Si bien es cierto que no basta con tener un ciclo "normal" y registrar una ovulación perfecta para ser fértil, cualquier impedimento para lograr un embarazo comienza a ser analizado médicamente por ese factor. En la mujer, fertilidad y ovulación vienen de la mano, a pesar de que puedan existir otros factores también femeninos que influyan positiva o negativamente. De hecho, a menudo el cambio de estilo de vida por uno más sereno o alegre y armonioso puede lograr beneficios que ningún médico especialista en fertilidad ha conseguido.
Aunque desde hace décadas se conoce a fondo la dinámica del ciclo menstrual, sólo se han desarrollado en fechas recientes estudios científicos para evaluar la probabilidad de embarazo dependiendo de la fecha del ciclo.
¿Qué significa ovular?
Es un proceso que ocurre cuando el ovario libera uno o más óvulos en un período del ciclo menstrual, y unos catorce días después de esto se producirá la menstruación siguiente. El período fértil de la mujer está situado en esos días, durante aproximadamente 24 horas o poco más. Por eso, apenas hay documentación científica sobre embarazo ocurrido al día siguiente de la ovulación.
Si buscás el embarazo
Si tu intención es buscar el<strong"> embarazo, entonces, conviene poder predecir cuándo tendrá lugar la ovulación porque una vez observada ésta, tal vez sea tarde para lograrlo. Los estudios demuestran que la concepción es posible desde cinco días antes de la ovulación, hasta el día en el que ésta se presenta, y esto es debido a la prolongación de la vida del espermatozoide dentro del cuerpo de la mujer. A este período fértil también se lo ha denominado "la ventana de fertilidad", y dura aproximadamente seis días en cada ciclo menstrual, tomando en cuenta que el espermatozoide, en condiciones ideales de moco cervical apropiado, puede vivir ese tiempo como máximo.</strong">
Estudios recientes en mujeres con dificultad para concebir han demostrado que, en realidad, el tiempo en el cual se logra con mayor facilidad la fecundación es en las primeras horas después de la ovulación, y estudios clínicos en parejas sin métodos de fertilización asistida, demuestran que la probabilidad de embarazo es mucho mayor si la actividad sexual se lleva a cabo uno o dos días antes de la ovulación que en el mismo día de la ovulación.
¿Cómo detectar la ovulación?
La duración del ciclo no es un parámetro válido. Una mujer sana y regular puede ver que la ovulación coincide con una fecha determinada del ciclo, pero esto puede variar según múltiples factores, tanto internos como externos. Si no estás buscando un embarazo no es bueno que sólo te guíes por esto. Además, no hay nada mejor que conocer el propio cuerpo y su funcionamiento para poder sentir la libertad de ocuparse de él del modo en que ha decidido. La naturaleza le ha dado a la mujer un ciclo que evidencia la repetición de ciertos parámetros fáciles de percibir. Los más comunes son:
La temperatura basal. La ovulación coincide con el aumento de la hormona progesterona, y esto incide en el centro de control térmico del cerebro, provocando una subida de medio grado en la temperatura corporal. Por eso, si ha tenido lugar un embarazo, la temperatura basal se mantendrá elevada. Si la mujer es metódica y anota cada día los registros térmicos de su cuerpo, verá que hay un parámetro que desciende para luego ascender bruscamente respecto a la temperatura previa. Esa subida indica la presencia del óvulo.
Es importante que sepas que la temperatura que hay que registrar es la de la mañana, antes de levantarte de la cama, colocándote el termómetro en la vagina con el mínimo de movimientos y durante tres minutos.
El moco cervical. En los días que rondan la ovulación, las características del flujo vaginal cambian y éste se hace notorio. Los días previos, aparece mayor cantidad de flujo y la sensación de humedad vaginal. Durante la ovulación, el moco cervical (del cérvix o cuello del útero) se hace fluido, transparente y, si se agarra entre los dedos, se estira más de cinco centímetros. Se trata del período fértil. Después, el flujo irá tomando color blanquecino y amarillento.
Además de estos dos parámetros naturales para "medir" el período fértil, existen modos científicos como la ecografía y la medición de hormonas por medio de un análisis específico. Son métodos recomendables si la mujer busca un embarazo y lleva tiempo sin conseguirlo, sin que tenga ningún otro dato de que la ovulación presenta problemas.
Problemas de ovulación
Se denomina problemas de ovulación a cualquier situación (usualmente hormonal) que impide la liberación del óvulo maduro desde el ovario. Posibles síntomas de esto serían: la ausencia de la menstruación, períodos irregulares, pérdidas menstruales excesivamente escasas o, por el contrario, demasiado abundantes. En estos casos, la consulta al médico es imprescindible para conocer cómo está funcionando la fertilidad, más aun si estás buscando un embarazo. Lo mismo si el ciclo es irregular, prestando atención cuando éste dure menos de 25 días o más de 35.
El cuerpo de la mujer es el cofre que atesora un misterio que se revela mes a mes, el misterio de la posibilidad de generar vida. Conocerlo y preservarlo es un modo de reconocer la maravilla de la maternidad creadora.